Las sesiones de clasificación para los Gran Premios de Fórmula 1 llevan en el ojo del huracán durante las últimas temporadas. La FIA intenta hacer un complicado encaje de bolillos con unos sistemas que no sólo gusten a las escuderías, si no también que sean lo suficientemente espectaculares y, por si fuera poco, de una determinada duración para que las televisiones aprovechen bien las jornadas del sábado.
El sistema empleado en esta pasada temporada parecía funcionar bien en al menos dos de estos aspectos: era lo suficientemente larga sin resultar excesivamente aburrida y gustaba a las escuderías. Pero no era lo suficientemente espectacular de cara al espectador. Y es que, en la pasada temporada, sólo en 3 ocasiones tuvimos a un piloto que no fuera de McLaren o Ferrari en el podio.