Hay pilotos que cuando diseñan su casco lo hacen para que les valga toda la vida (como Hamilton), otros cambian el diseño cada una o dos temporadas (como Alonso), algunos hacen pequeñas modificaciones a lo largo del año (como por ejemplo Barrichello)... y después está Sebastian Vettel.
El piloto de Red Bull estrena nuevo casco casi en cada carrera y en Japón, el país del Sol naciente, no iba a ser menos. Tras los brillos de Singapur, el alemán ha optado en esta ocasión por un yelmo totalmente blanco y con un gran punto rojo en la parte superior, simulando la bandera del país oriental.