Tras una sesión de calificación en la que logró batir a su compañero por segunda vez esta temporada, tras salir una vez más a pista que él en Q1, todo se torció para Lucas di Grassi media hora antes de iniciar la carrera. En ese momento, cuando rodaba en su vuelta de instalación, el brasileño perdió el control de su Virgin en la curva 130R y sufrió un tremendo impacto contra las protecciones en el que destrozó el monoplaza.
Afortunadamente, Lucas salió ileso y por su propio pie de tan extraño accidente, pero su Gran Premio había finalizado ya antes de empezar la carrera. Su compañero, Timo Glock, sí pudo iniciarla, y aunque el resultado final fue realmente bueno (el mejor de la temporada para el alemán, igualando el 14º puesto de Di Grassi en Malasia), las sensaciones no fueron óptimas, al perder mucho tiempo estancado tras el Hispania de Sakon Yamamoto.