Al cruzar la línea de meta, Fernando Alonso casi no se podía creer que hubiese ganado el primer GP de Corea de la historia. Después de haber salido tercero por detrás de los dos Red Bull y de haber rodado segundo hasta diez vueltas del final, el piloto de Ferrari sólo podía reírse de tremenda satisfación dentro de su casco, al mismo tiempo que su equipo le felicitaba por el gran trabajo realizado.
El español se coloca ahora líder del Mundial, con 11 puntos de ventaja sobre Mark Webber, 21 sobre Lewis Hamilton y 25 sobre Sebastian Vettel, faltando tan sólo dos carreras para el final de temporada. Pero Alonso no quiere pecar de incauto y asegura que con el nuevo sistema de puntuación todo puede pasar. Así pues, se ha mostrado muy contento y satisfecho en la rueda de prensa tras la carrera, pero no ha querido dar por hecho el que sería su tercer título en la categoría.