Los caprichos del calendario de la Fórmula Uno han hecho que el Gran Premio de Brasil se haya convertido en los últimos años en lo que había sido el Gran Premio de Japón a finales de los noventa: el lugar donde se suele decidir quién gana el campeonato.
Así lo ha sido en los últimos años, a pesar de que al igual que en esta temporada, Interlagos no fue la última carrera del campeonato en los años 2005 y 2009, años en los que el campeón también sentenció el título en el complicado trazado de Sao Paulo.