El 30 de septiembre de 2009 se terminó uno de los culebrones más largos de los últimos años, el cantado fichaje de Fernando Alonso por la escudería Ferrari. Atrás quedaban centenares de rumores, declaraciones y sobre todo, el desastre de la estancia del asturiano en McLaren y su difícil segunda época en Renault.
A pesar de su aparición estelar en la reunión anual del equipo en Cheste, la concentración invernal de Madonna di Campiglio fue el lugar dónde comenzó oficialmente la historia que terminaría desembocando diez meses más tarde en una lucha cerrada con Red Bull por el tercer título del asturiano.