Llegamos a la última carrera de la temporada, el GP de Abu Dabi, con el título de constructores decidido a favor de Red Bull desde el circuito de Interlagos, pero aún con algunas otras cosas en juego. La más importante era sin duda el Campeonato del Mundo de Pilotos, cuya disputa ha llenado todo el GP del emirato, brindándonos una carrera muy interesante; cuando todos esperábamos una lucha a cara de perro entre los principales aspirantes, curiosamente la competencia ha ido por otros derroteros y el título de pilotos se ha decidido desde el muro, merced a las diferentes estrategias de carrera vistas en el circuito de Yas Marina. Por delante, adelantando o no la entrada en boxes; por detrás, optando por salir con neumáticos duros o blandos a la parrilla.
La valoración de lo realizado por cada equipo en este GP de Abu Dabi está condicionada por el resultado final alcanzado en el Campeonato de Pilotos, pues es evidente que los equipos punteros plantearon sus carreras para obtener ese objetivo; la consecución de la victoria o el podio en este GP era un trofeo menor. Pero había otros equipos y pilotos disputando la carrera, e inesperadamente algunos tuvieron un papel protagonista y muy directo en la lucha por el título, aunque se movieron por posiciones más atrasadas.
Y finalmente el equipo Red Bull, en el foco del huracán la semana previa al GP, ha demostrado que es capaz de dar una estrategia diferente y ganadora a cada uno de sus pilotos y dejar que sea la suerte, el rival o el destino quien decida el campeón, sin interferencias directas del equipo. Seguramente todo se planeó entra la calificación y la carrera, visto el mal resultado de Webber el sábado, pero su planteamiento de carrera fue modélico: un piloto por delante parando tarde a cambiar neumáticos y el otro por detrás con un cambio de neumáticos temprano, de forma tal que no se vieran en la pista y fueran las circunstancias de carrera las que decidieran el triunfo de uno u otro.