Bernie Ecclestone culpó al antiguo presidente de la FIA, Max Mosley, de las dificultades que los equipos debutantes han tenido que afrontar durante la temporada 2010. El inglés lo dejó claro en el prólogo del libro "El resumen oficial de la temporada 2010 de Fórmula 1", donde se puede leer:
"En lo que respecta a los nuevos equipos, sus problemas no fueron culpa suya, para ser justos. En realidad fue culpa de Max Mosley, al decirles que podrían entrar y ser contendientes por 30 millones de libras. Pero ahora ellos están aquí y, dado que no se pasean pidiendo limosna, es bueno tenerles."