El sueño de la primera escudería de Fórmula Uno española podría estar llegando a su fin. Tras su ruptura con Toyota, el equipo Hispania ha quedado sin coche, sin sede, sin pilotos y sin sponsors, por lo que la venta se presenta como la única opción que tienen Jose Ramón Carabante, su propietario, y sus principales accionistas, para salir de dicha situación.
El diario As publicó recientemente que la llegada del antiguo jefe de Telefónica Juan Villalonga atraería nuevas negociaciones con potenciales inversores, principalmente provenientes de Estados Unidos y Sudamérica, pero nada de esto ha sucedido. Por tanto, se cree que si Carabante encuentra comprador, no dudará en vender.