Parece que el desastre organizativo ―paradójicamente premiado con posterioridad― que supuso el Gran Premio de Corea ha servido para que, tanto la FIA como los promotores nacionales, aprendan la lección.
Por lo que respecta al Gran Premio de Estados Unidos que se celebrará en Austin (Texas) a partir de 2012, sus organizadores se han mostrado confiados sobre la forma en la que se están haciendo las cosas. Y como prueba de ello, han comunicado públicamente que ya han hecho entrega a la FIA del proyecto y planos del circuito de Austin, primer paso para recibir la necesaria homologación.