Es difícil explicar lo acontecido en el equipo Renault F1 en la temporada 2010 sin remontarnos unos años atrás; porque si en otros equipos el año 2010 ha sido la continuación más o menos lógica del 2009, en el equipo Renault las circunstancias que han terminado desembocando en los sucesos acaecidos en el seno del equipo durante la segunda mitad de la temporada 2009 y toda la del 2010, vienen de hace unos cuantos años, yo diría que desde finales de la temporada 2006, en la que el equipo Renault F1 logró su segundo título consecutivo en el Mundial de Constructores y de Pilotos. La historia tiene dos protagonistas principales, dos pesos pesados, dos hombres singulares, dos triunfadores cuyos caminos se cruzaron en Renault F1: Flavio Briatore y Carlos Ghosn (léase Gon).
Antes de presentar a nuestros protagonistas, pongámonos en situación. El equipo Renault F1 es el heredero del equipo Benetton; este equipo, con sede en Enstone (Gran Bretaña), era motorizado por Renault y en los últimos años había ocupado posiciones intermedias en la clasificación, tras haber logrado el Campeonato Mundial de Pilotos en 1994 y haber repetido junto con el de Constructores en 1995, por lo que Renault pensó que era la plataforma idónea para entrar en el mundo de la F1 con equipo propio, en el que ya había estado presente con anterioridad, y no sólo como motorista. Así, el grupo Renault compra parte del equipo Benetton en el 2000 y se queda con la totalidad de la escudería en el 2002, año en el que por primera vez compite como Renault F1. En los años 2005 y 2006 logra los cuatro títulos en disputa, los dos Mundiales de Constructores y los dos Mundiales de Pilotos, poniendo fin a un lustro de dominio absoluto de Ferrari y su piloto estrella, Michael Schumacher. Y ahora sí, vamos a presentar a los dos actores principales de esta película.