Ser piloto de Fórmula 1 tiene bastantes beneficios y uno de ellos es la posibilidad de tener acceso a poder conducir otros supercoches fuera de las pistas, como está haciendo Mark Webber tras comprar uno de los quinientos Porsche 911 GT2 RS que se han fabricado.
El australiano, el deportista mejor pagado de su país, recogió recientemente el coche en la casa central de Porsche en Stuttgart donde pagó al contado el elevado precio del coche, situado por encima de los 260.000 euros.