LOS EQUIPOS, UNO A UNO

Temporada 2010: El equipo Ferrari

Analizamos lo ocurrido en el seno de cada escudería durante la temporada para entender mejor lo que hemos podido ver en las pistas

Redacción 24 de Enero 2011 05:15

Corre por Maranello la leyenda de que el domingo 2 de Noviembre de 2008, día en que se disputaba en el circuito de Interlagos el GP de Brasil de F1, el Presidente de Ferrari se encontraba en el salón de su casa dispuesto a ver la carrera por TV. Lo normal es que la hubiera presenciado en el propio circuito, no en vano era la última del campeonato y su equipo tenía grandes posibilidades de proclamarse Campeón del Mundo de Constructores y, algo menos, de Pilotos, pero sus obligaciones como Presidente del Consejo de Administración de la Fiat le retuvieron en Turín ese fin de semana. Así que Luca Cordero de Montezemolo se situó frente al televisor, dispuesto a pasar unas dos horas de tensión máxima con su inseparable cajetilla de cigarrillos bien a mano. La carrera pronto se estructuró con los dos Ferrari en punta, lo que garantizaba el título mundial de Constructores, y con Massa 1º y Hamilton 5º, lo que hacía campeón al inglés. Pero en las últimas vueltas un intrépido Sebastian Vettel al mando de su Toro Rosso con motor Ferrari atacó y superó al confiado McLaren de Hamilton, enviándolo a la 6ª posición, lo que hacía campeón a Massa. Montezemolo vivió los últimos giros de pie delante del televisor viendo cómo el inglés no podía meterle el coche al alemán, que se defendía con uñas y dientes; pero cuando ambos superaron, en la última curva de la última vuelta, al Toyota de Timo Glock, Montezemolo cogió con furia el magnífico cenicero de mármol de Carrara que había en la mesa para arrojarlo contra la pantalla de plasma del televisor, destrozándola.

A los pocos días el equipo Ferrari celebraba, ya de vuelta en Italia, una gran fiesta en sus instalaciones para celebrar la consecución del Campeonato del Mundo de Constructores. En ella Luca repartía sonrisas y abrazos a todo el mundo, se le veía feliz, y anunciaba su confianza en el equipo humano que formaban operarios, ingenieros, mecánicos y pilotos, confirmando ante la prensa expresamente la continuidad de estos últimos. Pero sólo hacía unas horas que Montezemolo se había reunido en su despacho, a solas, con Stefano Domenicali, el Jefe de Equipo de Ferrari; y allí no había sonrisas ni abrazos, sino caras serias y una mirada heladora: "Dime qué necesitas" preguntó el Presidente; y Domenicali bajó la cabeza, sopesó la respuesta (no había pensado en otra cosa en el viaje de vuelta desde Brasil), alzó de nuevo la mirada y contestó: "Fernando". Luca estaba dispuesto a lo que fuera, un diseñador como Adrian Newey, un estratega como Ross Brawn, un nuevo túnel de viento en Maranello... así que miró fijamente a su Jefe de Equipo para escrutar su convencimiento en la respuesta; quería que su Jefe de Equipo se diera cuenta de que su propio futuro en la escudería iría unido al del nombre que acababa de pronunciar. Domenicali no titubeó, y sostuvo la mirada de su Presidente; "Va bene" zanjó Montezemolo. Y ahí dio comienzo la temporada 2010 del equipo Ferrari, tras el absurdo paréntesis que supuso el 2009 en el que su piloto "estrella" sólo pudo ser 6º.

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