Hoy hemos recordado el décimo aniversario del debut de Fernando Alonso en la Fórmula 1, pero también merece la pena no olvidarse de que aquel mismo día de hace diez años se produjo la última muerte en el "gran circo".
Ciertamente el último piloto en fallecer en pista fue el gran Ayrton Senna, pero alguien mucho menos mediático se dejó la vida en el circuito de Melbourne en la apertura del Mundial 2001. Se trataba de uno de los comisarios de pista del trazado australiano, quien tuvo la mala suerte de recibir el impacto de un neumático desprendido del monoplaza de Jacques Villeneuve.