Sebastian Vettel logró en Barcelona su cuarta victoria de la temporada, lo que le afianza al frente del Mundial de pilotos. Su ventaja sobre Lewis Hamilton, segundo clasificado y único piloto en arrebatarle un Gran Premio en este curso, se amplía hasta los 41 puntos.
Sin embargo, el GP de España estuvo lejos de ser un paseo militar para Vettel, quien una vez superado a Fernando Alonso tras la gran salida del español, vio amenazado su liderato por un combativo Hamilton, que no dio por perdida la carrera en ninguna fase de la misma.
"Obviamente, fue bastante duro", reconoció aliviado Vettel en rueda de prensa. "Estuvo verdaderamente reñido, por suerte en las dos últimas vueltas conseguí un buen ritmo en el último sector y fue suficiente para mantenerlo (el primer puesto)".
"Es un gran alivio cuando entras en la recta principal y hay bandera a cuadros. Estoy muy feliz, un gran resultado y una confirmación de que somos muy fuertes, pero hoy seguramente no lo fuimos tanto como mucha gente se esperaba. Vimos a Ferrari ahí, y McLaren nos hizo pasar un momento complicado y por eso estoy más feliz".
"Es absolutamente necesario conseguir que el KERS funcione"
Además de por la buena carrera de Hamilton y la estrategia acertada de McLaren, si la victoria en Montmeló fue tan disputada se debió en gran medida a los problemas de fiabilidad que padece Red Bull con su KERS.
"A veces teníamos KERS y otras no, así que no fue una carrera fácil, y McLaren y Lewis nos hicieron pasar un mal rato", explicó el actual campeón. "Cuando me dijeron (desde el equipo) que no usara el KERS a falta de seis vueltas para el final, no fue el mejor mensaje que estaba esperando".
En este sentido, Sebastian Vettel no dudó en mandar, de forma más o menos disimulada, un claro mensaje a su equipo desde la sala de prensa: "No tengo que decirlo aquí, ellos saben que (el KERS) tiene que funcionar en el futuro. Es absolutamente imprescindible. Seguramente no estemos donde queremos estar"-