La clasificación del Gran Premio de Mónaco no ha sido la soñada por Jaime Alguersuari, quien deberá comenzar la carrera desde la 20ª posición de parrilla. Un toque entre el piloto español y Kamui Kobayashi en la Q1 arruinó sus opciones de pasar el primer corte, al haber dañado su alerón delantero y encontrarse sin tiempo para volver a intentarlo.
El tráfico en Mónaco es un problema que puede afectar a cualquier piloto durante la clasificación, como así le ha ocurrido a Fernando Alonso o a Sebastian Vettel. Por tanto, resulta clave saber gestionar la situación, frenando y dándose espacio con el monoplaza anterior, y evitar perder los nervios y caer en la desesperación.
"Venía dos segundos más rápido y cuando he llegado a La Rascasse, me he encontrado a Kobayashi, que iba muy lento", declaró a laSexta después de bajarse del coche. "He vuelto a acelerar, luego a la salida de curva ha vuelto a frenar y es ahí cuando los dos hemos contactado. Esperaba que se apartara, no lo ha hecho y ya mi vuelta obviamente se había arruinado".
"¿Qué hice? Simplemente presionarles por detrás"
Esta situación, parece que provocó que la frustración se apoderase del piloto de Toro Rosso, según se desprende de su relato a la BBC: "Llegué a la penúltima curva y había tres pilotos completamente parados. Mi decisión era: De acuerdo, aborto mi vuelta y quizá no pueda intentarlo de nuevo debido a que los neumáticos súper blandos traseros solo me aguantan una vuelta, o intentar avisar a estos chicos de que estoy detrás. Así que, ¿qué hice?, simplemente presionar en su parte trasera ya que eran muy lentos".
Esta actitud no parece la más adecuada, más aún cuando el propio piloto catalán reconoce que Kobayashi "no tenía la culpa" ya que también "tenía tráfico delante y estaba preparando su vuelta".
En cualquier caso, y tras ser llamados ambos pilotos ante los comisarios, parece que la cosa no irá a mayores y las posiciones conseguidas en clasificación se mantendrán de cara a la parrilla de salida del domingo.