En la tercera sesión de clasificación del pasado Gran Premio de Mónaco, el piloto mexicano del equipo Sauber, Sergio Pérez, sufrió un fuerte accidente tras perder el control de su monoplaza a la salida del túnel. Pérez salió por fuera de la trazada, no pudo controlar la frenada, y acabó estrellándose contra las protecciones junto a la Nouvelle Chicane del circuito de Montecarlo. La FIA detectó que el impacto lateral fue de unos 80G, uno de los mayores en la Fórmula 1 desde que existe este sistema de medición.
Afortunadamente, tras una exploración los médicos confirmaron que no había lesiones graves, y que solo sufría una distensión en el muslo y una conmoción cerebral, que le obligó a permanecer en observación 48 horas. Después de pasar dos noches en el hospital, Pérez ha recibido el alta médica y continúa ahora la recuperación en su casa.
Un médico de la FIA decidirá si puede pilotar.
Siguiendo la práctica habitual después de un fuerte accidente, Sergio Pérez se someterá en Montreal a una revisión médica por parte de la FIA, de cara al Gran Premio de Canadá que se disputará la próxima semana. El chequeo médico será llevado a cabo por el doctor principal de la FIA, Gary Hartstein, que determinará si el piloto de 21 años de edad puede subirse a su monoplaza para disputar el Gran Premio.