DESDE EL CIRCUITO

GP de Italia 2011: Sábado en Monza

Impresiones de un aficionado desde la grada del Autódromo Nacional de Monza.

Redacción 11 de Septiembre 2011 00:15

El amanecer del sábado en Milán apenas tiene que ver con el día de ayer; ya no es jornada de trabajo y los medios públicos de transporte están mucho más vacíos, por lo que llegar al Autódromo es más sencillo y rápido. Hoy los aficionados a la F1 somos mayoría y ya se respira el ambiente de carreras desde que te montas en el tren o en el metropolitano para llegar hasta Monza. Se aprecia a distancia que esta mañana las gradas del circuito van a estar bastante más llenas que ayer, y por personas de muy distintas procedencias; si el viernes los italianos copaban las localidades en las gradas, el sábado se ven personas de otros países y se escuchan otras lenguas ya de camino hacia el Parque del Biassono. El viernes era muy común oír hablar en español en cualquier transporte colectivo debido al gran número de inmigrantes hispanoamericanos que hay residiendo y trabajando en Milán; al no ser día de trabajo, este sábado el español es menos frecuente en la calle.

Hoy me he bajado del autobús un par de paradas más tarde, porque ya no tengo que pasar por la entrada principal del Autódromo a recoger las entradas como hice ayer, sino que me dirijo directamente al acceso más cercano a mi localidad. El autobús para en una rotonda y somos muchos los pasajeros que lo abandonamos, encaminando todos a una nuestros pasos hacia la callejuela que desemboca en el Parque. Pero antes de abandonar la rotonda llama mi atención un murete decorado con los colores del ajedrez, tan característicos de la F1; me acerco a ver de qué se trata y compruebo que no es otra cosa que un mural conmemorativo de la historia del circuito. En una primera parte, la que seguía el dibujo de un tablero de ajedrez, se recogen en azulejos blancos las firmas de una gran cantidad de personajes del pasado y del presente de la F1: allí están casi todos los pilotos de primera fila de los últimos años y muchos de los más grandes de la historia. Me llama la atención que Enzo Ferrari comparte azulejo con Gilles Villeneuve, mientras que Stefano Domenicali lo hace con Bernie Ecclestone. Un poco más allá, una vez abandonados los colores ajedrezados pero en el mismo murete, son ahora las fotografías de grandes momentos del Autódromo de Monza las que invaden los azulejos. De su época anterior la F1 aparecen victorias de Nuvolari, Caracciola y Ascari padre; desde 1950 en que se corrió el primer GP de F1 se recuerdan todos los años con una fotografía del vencedor de la prueba en acción, así que allí están Nino Farina, Juan Manuel Fangio, Ascari hijo,... hasta Fernando Alonso, vencedor del año pasado.

Sin embargo, soy el único que me detengo a contemplar las magníficas piezas, tan llenas de historia; hoy el público quiere llegar cuanto antes al circuito a ocupar su localidad y ver a las figuras del presente, tiempo tendrá de fijarse en las del pasado cuando termine la jornada. Y tienen razón, porque la historia siempre está ahí, a nuestra disposición, para contarnos sus secretos, pero la carrera de este año no espera y hoy tenemos la sesión de clasificación para la parrilla de salida de mañana. Pero cuando uno asiste a un GP en un circuito como el de Monza, donde ya se disputaban carreras de coches antes de que la F1 existiera, bien está empaparse previamente de la magia del lugar para situar en justa medida lo que va a suceder este fin de semana.

.- Un circuito multicolor

Habida cuenta que hoy el trayecto hasta el circuito ha sido más rápido, por un lado, y que esta mañana los monoplazas no saltaban a pista hasta las 11 para dar comienzo a la P3, por otro, me han quedado casi un par de horas libres para vagar por el Autódromo de Monza a mi antojo. Lo primero que he descubierto, como no podía ser de otra forma, es la ubicación de lo que en España llamaríamos "la tribuna de los pobres", es decir, ese lugar especial desde donde se puede ver la pista sin pagar entrada. Estando el circuito enclavado en el interior de un parque público de acceso libre y limitándose los controles de acceso a las tribunas, dejando fuera de dichos controles los viales de circulación, era cuestión de tiempo que los lugareños descubrieran el enclave perfecto para ver la carrera sin pagar. Y así, en la curva del Biassono me encuentro una reja metálica tomada por los viandantes pues a través de ella se alcanzan a ver unos pocos metros de pista; ciertamente no es la mejor tribuna, pues se deberá estar todo el tiempo de pie si se quiere ver algo, y ese algo que se ve son apenas unos pocos metros de pista en los que los coches pasan a toda velocidad por delante y a escasos palmos de las narices de los espectadores, pero es la localidad más barata de todo el circuito.

Las gradas están ya muy pobladas; justo enfrente de mi localidad los aficionados italianos han desplegado sobre sus cabezas una enorme bandera italiana con el escudo del Cavallino en medio; pasándola de mano en mano consiguen desplazarla por toda la extensión del graderío, en una imagen curiosa e impactante a la vez. Frente a ellos y en mi misma grada, si bien en el extremo opuesto, se encuentra la "Marea Azul", el grupo de aficionados asturianos seguidores de Fernando Alonso, que han tomado la parte superior del graderío con su combinación de banderas españolas y asturianas; no hay tantas banderas ni pancartas como suelen colocar en el Circuito de Cataluña cuando se celebra el GP de España, pero la Cruz de la Victoria ondea también de forma visible en Monza. Son los grupos más llamativos, pero como se preveía simplemente escuchando las diferentes lenguas en el tren de acceso a Monza hay otros muchos grupos de aficionados, cada uno con su piloto favorito.

.- Hablando con unos y otros

Como soy de natural simpático, me dirijo a un grupo de alemanes cercano a mi localidad para hablar con ellos; sus pancartas y banderas no dejan lugar a dudas de quién es su favorito: Sebastian Vettel. Les cuestiono por otros pilotos alemanes, tales como Schumacher o Rosberg, pero me contestan que su campeón es Vettel; respetan a Schumacher, como no podía ser de otra forma, pero piensan que su tiempo ya pasó, que Sebastian ha jubilado a Michael. Les apunto que quien inicialmente jubiló a Schumacher fue Alonso con sus dos títulos seguidos en Renault, cortando la racha de 5 campeonatos consecutivos del alemán en Ferrari; pero ellos ríen y me responden "¡Vettel también jubilará a Alonso!". Les pregunto también por su equipo, por Mercedes GP, pero no les veo muy convencidos; para ellos Mercedes GP es un equipo que se ha comprado a Ross Brawn, con sus fábricas y sus estructuras inglesas, no es un equipo alemán propiamente dicho. Ellos preferían el equipo BMW de Mario Theissen ¡esos sí que eran alemanes de la cabeza a los pies!... aunque medio equipo estuviera en Suiza, lo que quedaba del antiguo Sauber en la fábrica de Hinwii.

El siguiente grupo con el que me pongo a charlar son los ingleses, muy numerosos en Monza. La pregunta es obligada: ¿Hamilton o Button? Y la respuesta no deja de tener su miga: para los jóvenes, digamos menores de 35 años, el ídolo es Lewis; para los más veteranos, su piloto es Jenson. Su equipo, claro, es McLaren para todos, aunque no me resisto a preguntarles por el otro gran equipo de las Islas Británicas, Williams; su gesto es muy revelador, suspiran y me señalan la imagen de Sir Frank Williams en las pantallas gigantes de TV. Muestran un profundo respeto, pero al mismo tiempo saben que es muy difícil que el equipo de Grove vuelva a la primera línea... quizás el año que viene si de verdad llegan los motores Renault. Hoy por hoy, su equipo es McLaren, y nunca le estarán a Ron Dennis lo suficientemente agradecidos por no habérselo vendido a los alemanes. A propósito, están convencidos de que mañana se suben sus dos pilotos al podio como 1º y 2º, quién será el 1º y quién el 2º según a quien preguntes; y están felices de tamaña perspectiva en casa de su rival, que no es Red Bull sino Ferrari.

Y por fin entablo conversación con un italiano, de nombre Marco y de 9 años de edad. Su equipo es Ferrari, y su piloto es "Ferdinando" Alonso. Le pregunto si cree que va a ganar mañana y me responde que no; la razón "La macchina é a disastro"; ante tan docta opinión no puedo sino guardar silencio. Marco estará sólo hoy en el circuito; existe una entrada diaria a precio reducido para los niños y ha venido con sus padres, pero mañana la carrera la ver á por TV. Le digo que no pierda la ilusión, que a veces dos y dos no suman cuatro, y sobre todo le hago prometerme que esta noche va a soñar con "Ferdinando" en lo más alto del podio; le recuerdo que "no todos los sueños se convierten en realidad, pero sólo se convierte en realidad lo que antes se ha soñado". Quiere que le haga una foto para sacarle en F1aldía, pero le explico, más o menos, que en España está prohibido sacar fotografías de niños en medios de comunicación sin el expreso consentimiento de sus padres; así que quedamos en que le sacaré una foto de perfil y con gafas de sol, sin que pueda ser reconocido y como un aficionado más. Ahí tienes tu foto, Marco, te dije que la publicaría.

.- Y por fin, los coches

No se trata de contar aquí lo que todos los lectores habeis podido ver por TV y que tan bien explicado está en el resto de noticias publicadas en F1aldía, sino de señalar algunos detalles que ocurrieron después de la sesión de clasificación y acaso tengan una importancia capital mañana en la carrera. Me estoy refiriendo a lo que pudimos ver en el circuito en las pruebas de acompañamiento de la F1, en concreto las dos primeras carreras de GP2 y GP3. La carrera de GP2 comenzó con una tremenda montonera en la primera variante, al final de la recta de meta, y con el líder recortando la chicane para marcharse en solitario hacia la victoria ¿Se permitiría mañana en la F1 algo así? En la segunda vuelta, nuevo toque en la misma variante y de nuevo dos coches fuera de carrera. Desde ese momento y hasta la bandera a cuadros, una procesión con todos los monoplazas en fila de a uno y sin siquiera intentar un adelantamiento.

La carrera de GP3 estuvo mucho más divertida, hubo de todo lo bueno; adelantamientos, maniobras arriesgadas, coche de seguridad, remontadas,... eso sí, en la primera curva de la primera vuelta no hubo ni el más mínimo golpe y todos los monoplazas hicieron la chicane perfectamente en paralelo, cada uno por su carril, y todos por el asfalto, ninguno la recortó. Quizás de esta carrera se puedan sacar más conclusiones para mañana; hubo un monoplaza que en una de las vueltas sí se saltó la chicane después de la recta de meta; pegó tal salto por encima de los badenes que se han cruzado en la escapatoria que tuvo que retirarse por avería. Otros monoplazas directamente se hacían un recto, siguiendo el trazado original del circuito y sin siquiera amagar la primera curva; golpeando los carteles de espuma que les obligaban a zigzaguear pasaban casi rectos por el tramo, lo que les permitía ganar puestos en carrera; es de esperar que estas maniobras en F1 sean sancionadas caso de producirse.

Los monoplazas de GP3 no tienen KERS ni DRS, pero las zonas que utilizaban para adelantarse serán las mismas que emplearán mañana los monoplazas de F1; eran tres: la frenada de la primera variante, la curva del Biassono y la entrada a la curva parabólica, que ha sido un lugar bastante conflictivo, con muchos coches terminando en la puzolana. Especialmente bonitos fueron los adelantamientos en la curva del Biassono, en la que tiene ventaja el monoplaza que va por el interior pero a veces quien va por el carril exterior consigue culminar el adelantamiento si su rival salió demasiado lento de la primera variante. Y esto es lo que ha dado de sí el sábado en Monza; mañana, la carrera, con los McLaren como favoritos a pesar de la pole de Vettel; aunque en algún dormitorio de Milán habrá un niño de 9 años soñando con la victoria de "Ferdinando" y quizás, sólo quizás, ese sueño se convierta mañana en realidad.

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