El segundo equipo de Red Bull está condenado a morir, y la fecha de su ejecución será antes de 2010. El motivo es que con el nuevo '[i]Acuerdo Concorde[/i]', que es el 'pacto entre caballeros' que firman cada determinado tiempo los equipos, se ha prohibido que una escudería pueda utilizar el monoplaza de otra, aunque sea de temporadas anteriores. Esto se traduce en que cada equipo deberá fabricar su propio monoplaza.
Esta nueva situación, que entrará en vigor en el año 2010, deja la situación de Toro Rosso sobre la cuerda floja. Visto que sostener dos equipos con estructuras totalmente diferenciadas le saldría demasiado caro, el magnate del imperio Red Bull, Dietrich Mateschitz, ha decidido buscar compradores. Y hay algunos nombres un tanto curiosos.