Y lo cierto es que en el GP de Malasia, a pesar del error de pilotaje de Massa, los dos Ferrari se mostraron mucho más rápidos que todos sus competidores, incluidos los McLaren.
Pero quizás Kimi debería haber medido un poco más sus palabras y no haberse sobrado tanto: "Fue una victoria fácil. Lo logramos de forma realmente fácil, y tan sólo conservamos el coche y el motor para la siguiente carrera. Podía haber ido mucho más rápido, pero no había ninguna necesidad de hacerlo."