Según recientes rumores, los equipos Ferrari y Red Bull podrían haber llegado a pactos separados sobre el nuevo Acuerdo de la Concordia con el mandamás de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone. Ambas escuderías abandonaron hace tiempo la Formula One Team Association (FOTA), la que unía a todos los equipos para sumar fuerzas a la hora de negociar con la FOM y la FIA. Ecclestone dejó caer, entonces, la posibilidad de negociar uno por uno con los equipos. Sin embargo, Luca di Montezemolo niega que se haya hecho nada todavía: "Comenzaremos las negociaciones en enero. Ya sea como grupo o individualmente, llegaremos a un acuerdo".
Por su parte, el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo o FIA, Jean Todt, no quiere hacer ninguna declaración comprometida respecto al tema. Las negociaciones para rubricar un nuevo acuerdo se acercan y el francés se muestra evasivo para evitar mostrar sus cartas demasiado pronto. Este acuerdo, que expira a finales del 2012, une contractualmente a los equipos, a la FIA y al propietario de los derechos comerciales del campeonato.
Los términos y condiciones de dicho acuerdo han sido siempre motivo de tiras y aflojas entre unas partes y otras, en especial cuando se trata la cuestión económica. No es la primera vez que Ferrari amenaza con crear un campeonato paralelo al considerar injustos algunos puntos del contrato. Ahora, los equipos exigen de un 70 a un 80% de los ingresos del campeonato en contra del 50% de ahora. La negociación, por tanto, se torna más complicada sobre todo en el contexto de la actual crisis económica.
El presidente de la FIA, Jean Todt, ha denunciando en varias ocasiones la venta de los derechos comerciales de la F1 por 300 millones de dólares por un periodo de 113 años en el momento en el que Mosley era presidente. Esta cantidad, aunque pueda parecer grande, es insignificante comparada con los mil millones aproximados anuales que reporta la F1.
El francés avisa de que la FIA no tiene prisa por firmar el acuerdo y que no lo hará a cualquier precio: "La FIA no tiene la obligación de firmar el Acuerdo de la Concordia para poder ejercer su función de regular el automovilismo. En el momento oportuno tomaremos nuestra decisión mirando por el interés del deporte y de la FIA".
Regresos
Todt también ha hablado sobre el regreso a la F1 de Mike Coughlan, implicado en el caso de espionaje de McLaren a Ferrari en 2007, y que vuelve al Gran Circo de la mano de Williams. Su regreso ha estado envuelto de cierta polémica, pero el presidente de la FIA cree que no hay motivo para alarmarse: "Él ha cumplido su castigo. No hay ningún problema".
Y en relación a otro posible retorno, el de Flavio Briatore, involucrado en el 'crashgat' de 2008, el francés afirma: "Hasta finales del 2012 no puede volver. Después, es decisión suya. Yo no puedo hacer nada (si él quiere volver). Es su problema, entonces".