El jefe principal de Ferrari, Stefano Domenicali, ha comentado que, en lo que respecta a los problemas con el GP de Baréin, los equipos deberían confiar en la FIA y en otras autoridades oficiales.
Hay muchas dudas sobre la realización del evento este año debido a los problemas políticos que hay en el país. Además, la llamada que han realizado algunos grupos defensores de los derechos humanos para boicotear el evento tampoco ayuda demasiado.
Confianza en las autoridades
Desde el circuito, han querido calmar un poco las aguas al asegurar que el gobierno hará lo posible para que los derechos humanos no sean violados.
Respecto a todo este tema, Domenicali dice: "Hemos de confiar en las autoridades oficiales. Éstas le darán a la situación un enfoque distinto. He oído muchos rumores sobre esta situación. Pero tenemos a las federaciones internacionales, tenemos relaciones con el país y no podemos confiar en diferentes fuentes de información".
Los oficiales del circuito de Baréin han comentado que han readmitido a los trabajadores que habían sido despedidos por las protestas llevadas a cabo en 2011. Los trabajadores perdieron su puesto porque, según informaciones del circuito, incumplieron el contrato durante las protestas.
Un acercamiento por calmar la situación
Una declaración del Bahrain International Circuit (BIC) decía: "El equipo directivo del BIC, que alberga el Gran Premio de Baréin de F1, ya ha contactado y hablado con el personal encargado de las readmisiones y espera ver a todos los trabajadores en su puesto lo más pronto posible".
Por su parte, Sheikh Salman bin Isa Al-Khalifa, jefe ejecutivo del circuito añade: "La readmisión de nuestros compañeros del BIC forma parte de una importante iniciativa enfocada a la reconciliación nacional y a la unidad del reino entero. Además, doy la bienvenida de nuevo al BIC a nuestros compañeros para centrarnos ahora en el futuro y en el trabajo que nos espera".