El mandamás de la F1, Bernie Ecclestone, ha mostrado su frustración con los organizadores del Gran Premio de Australia, primera carrera del Mundial que tendrá lugar dentro de semana y media en el circuito de Albert Park. El jefe ejecutivo de la F1 está presionando a la carrera de Melbourne, con quien tiene contrato hasta 2015, para que el evento se realice en horario nocturno y pueda verse a mediodía en Europa.
Tal es el interés que Ecclestone ofrecería incluso una subvención al circuito, pero la F1 sigue siendo un tema polémico, ya que los contribuyentes pagan unas facturas cuya cantidad asciende a más de 38 millones de euros anuales.
Pueden llegar a algunos acuerdos
La reacción de Ecclestone ha sido la de sentrase tranquilamente y negociar el fin del acuerdo con Albert Park. El que fuera piloto en la Fórmula 3 ha hablado para el Sunday Herald Sun, de Londres, y ha comentado: "Si el gobierno quiere, supongo que podríamos llegar a algunos acuerdos". Ecclestone quiere que el gobierno, liderado por el primer ministro Ted Baillieu, sea claro con sus planes de futuro: "Estaría bien que alguien me dijera: 'Bernie, estamos seguro al cien por cien de que no queremos renovar el contrato' ".
Por ello, Ecclestone ya ha advertido que Baillieu debería empezar a hablar del tema ahora si quiere seguir manteniendo el deporte en la ciudad australiana. El portavoz del primer ministro ya ha declarado que el gobierno no ofrecerá un 'cheque en blanco' para llevar a cabo las negociaciones.