El piloto finlandés, Kimi Räikkönen, asegura que él no quería dejar la Fórmula 1 cuando, a finales de 2009, el equipo Ferrari rescindió el contrato que tenía con él para hacer sitio a la llegada de Fernando Alonso: "En un principio, yo nunca planeé dejar este deporte. Tenía un contrato hasta 2010".
Kimi, que siempre ha tenido cierta fama de fiestero, afirma que lo que más le gusta de la competición es precisamente eso, competir, una pasión que sigue intacta ahora que retorna a la máxima categoría del motor: "Desde que empecé en la F1, siempre he preferido el tiempo que pasamos en el coche que cualquier otra cosa que suceda en el paddock. Sigue siendo igual".
Durante sus dos años de ausencia, el finlandés se dedicó a los rallies, compitiendo en el WRC de la mano del equipo Citroën. Sin embargo, ahora que vuelve a las pistas del Campeonato de Fórmula 1, Kimi se resigna a abandonar su afición por los rallies, algo que los equipos imponen a sus pilotos: "Es normal en la Formula 1 que intenten prohibirte todo. Desafortunadamente con lo que pasó con Robert [Kubica] el año pasado... pero, incluso antes, eso estaba escrito en los contratos".
Quiere seguir disfrutando de su afición
No obstante, el finlandés disfruta mucho sobre la grava y mantiene la esperanza de poder compaginarlo, antes o después, con su papel de piloto del equipo Lotus, algo que dependerá de sus resultados: "Quizás en el futuro si puedes hacer buenos resultados puedes conseguir un permiso o algo parecido. Todavía me encanta".
Claro está, que si Kimi pudiera elegir, elegiría retomar los mandos de un coche de rallies este mismo año: "Si pudiera hacerlo este año al mismo tiempo que la F1 lo haría. Creo que es bueno practicarlo y es divertido".