El pasado Gran Premio de Malasia fue un auténtico espectáculo. Los equipos llegaron preparados a Sepang para enfrentarse a unas condiciones bastante duras. Si por algo se caracteriza el país malasio, es por sus altas temperaturas cuando hace calor y por sus lluvias torrenciales cuando hace mal tiempo. Y el pasado domingo hubo una mezcla de esas dos cosas. La carrera comenzaba en mojado y tras el coche de seguridad. A las pocas vueltas, Charlie Whiting sacaba la bandera roja debido a la tromba de agua que estaba cayendo en el trazado.
Tras reanudarse la carrera, los equipos no tuvieron más remedio que poner neumáticos de lluvia extrema y esperar a que se fuera secando la pista. Y así fue. De lluvia extrema pasaron a intermedios y, finalmente, a neumáticos de seco. En cuanto a resultados, la carrera fue una auténtica lotería. Todas las predicciones y apuestas no sirvieron para nada. Finalmente, Fernando Alonso y Sergio Pérez se marcaron una fantástica carrera que culminaron con las dos primeras posiciones del podio.
Para el mexicano, fue su primer podio en la F1 y, a día de hoy, aún le cuesta creerlo: "Es difícil de aceptarlo, porque en la F1 todo pasa muy rápido y, aunque ya me fui de Malasia, no tuve tiempo de ir a México y celebrarlo. Fue una gran carrera y me sentí muy bien. Pero al principio, estaba algo decepcionado porque pensé que quizás podría haber ganado, aunque nadie sabe qué habría pasado al final si hubiera atacado a Fernando Alonso y si hubiera conseguido pasarle o no. Pero haber terminado segundo es un gran resultado para nosotros y anima mucho al equipo, que sigue trabajando muy duro".
El trabajo en Sauber seguirá para llegar fuertes a China
El piloto de Sauber recibió numerosos mensajes de felicitación a través de su cuenta oficial de Twitter, incluso por parte de Felipe Calderón, presidente de México. Respecto a todas estas felicitaciones, Pérez comentaba: "He visto muchos mensajes y es absolutamente increíble recibir tantos, especialmente desde mi país. Siento mucho apoyo y lo aprecio mucho. Lo veo como una especie de regalo por todo lo que he hecho en mi carrera, que no siempre ha sido fácil. Les agradezco a todos sus mensajes de apoyo".
Ahora, Pérez tiene un par de semanas antes de que llegue el próximo Gran Premio de China, en los que tendrá tiempo de estar con sus seres más queridos: "Por supuesto iré a casa y estaré con mi familia y mis amigos. Me prepararé para las siguientes carreras, ya que tenemos una larga temporada por delante. Mantendré el contacto con los ingenieros para hablar y ver qué podemos hacer para seguir mejorando. Además, seguiré entrenando para estar al cien por cien en forma y preparado para dar el máximo en la próxima carrera".
Pero aunque consiguiera un magnífico resultado en Malasia, el de Sauber sabe que todavía hay trabajo que hacer y debe seguir concentrado: "El objetivo es seguir mejorando nuestra actuación y el coche. Debemos empujar fuerte y, por supuesto, hemos de ser realistas. A pesar de que el ritmo en la carrera fue bueno, no hemos de olvidar que el resultado se consiguió en condiciones extraordinarias. Siempre he querido ganar carreras y creo de verdad que mi primera victoria en la F1 llegará tarde o temprano, aunque lo ideal sería que llegara este año".