Debido a la enorme presión que hay para que se cancele el próximo Gran Premio de Baréin, asignado para el 22 de abril, el jefe de la F1, Bernie Ecclestone, comentó esta semana que los equipos deberían tener la última palabra sobre la celebración del Gran Premio. El mandamás comentaba para la BBC: "No podemos obligar a los equipos a que formen parte de esto. Incumplirían el contracto con la F1 si no lo hicieran, pero trataremos este tema como algo aislado".
Pero al parecer, Ecclestone contactó personalmente este pasado lunes con Salman bin Hamad Al-Khalifa, príncipe de Baréin, por su preocupación sobre el estado de Abdulhadi al-Khawaja, un activista que se declaró en huelga de hambre desde el pasado 8 de febrero como protesta a su sentencia por, supuestamente, conspirar contra el estado.
La carrera se vería como una provocación
La doctora Ala'a Shenabi, escritora y activista en Baréin, comentó en The Independent que Bernie Ecclestone contactó con ella para informarse sobre la salud de Khawaja. Ecclestone le comentó que ya había hablado con el príncipe sobre la condición del prisionero. La doctora explicaba: "El señor Ecclestone se mostró preocupado por la situación. Dijo que el príncipe le comentó que Al-Khawaja estaba bien, pero lo que yo he oído no es eso".
La doctora Shenabi ha explicado que, si fuera por ella, la carrera se cancelaría: "Me gusta la F1 y mi marido es un seguidor del mundo del motor. Pero, ¿cómo puedo disfrutar de este deporte cuando hay muchos pueblos bajo asedio o cuando hay un hombre en huelga de hambre? Estaremos viviendo frustración, hambruna y tristeza mientras la gente descorcha botellas de champán y se une a las celebraciones en el otro lado de la isla. Los manifestantes verán eso como una provocación, y la violencia aumentará".