A pesar de que el circuito de Sakhir ha recibido la visita del ruidoso mundo de la Fórmula 1, sus instalaciones pueden ser consideradas en estos días el mayor remanso de tranquilidad de todo Baréin, donde la tensión sobre la disputa del Gran Premio continúa aumentando después de que Force India decidiera no comparecer en la segunda sesión libre en la primera jornada de entrenamientos.
A pesar del bullicio generado por la decisión del equipo dirigido por Vijay Mallya, la continuidad del Gran Premio parece completamente garantizada si hacemos caso a las declaraciones que el príncipe de Baréin, Salman ben Hamad ben Isa Al Jalifa, ha realizado en una conferencia de prensa en el circuito. "Creo que la suspensión sólo serviría para fortalecer a los extremistas. En mi opinión, para los que estamos intentando hallar una salida a este problema político, tener esta carrera nos permite construir puentes entre las comunidades y hacer que las personas trabajen unidas," declaró el Principe heredero.
La división de opiniones entre la comunidad internacional es latente en estos días e incluso, la prensa desplazada al país árabe se divide entre los que ven el Gran Premio como una excusa para dar a conocer las protestas de los manifestantes en contra de la democracia del regimen bareiní y la represión por parte del poder local y los que se limitan a desear que no se produzcan incidentes mientras reflexionan sobre la situación que a llevado a la Fórmula 1 a ser utilizada como un instrumento político en Baréin.
En ese sentido, Salman ben Hamad ben Isa Al Jalifa ha asegurado que el evento deportivo debe sentirse en el país "como algo positivo, no como algo que divide" y ha dejado claro que cualquier tipo de incidente que pudiera ocurrir no tendrá que ver con la celebración de la carrera. "Puedo garantizar que cualquier problema que haya podido suceder no está dirigido contra la F1. Sólo se produce para demostrar que ahí fuera hay gente dedicada a causar el caos," declaró el mandatario.
Ecclestone se lava las manos
Por su parte, el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, desplazado al reino árabe, ha reconocido que no está en su mano suspender el Gran Premio. "No puedo cancelar esta carrera. Estamos porque tenemos un acuerdo para estar aquí. Las autoridades deportivas nacionales del país puede pedir a la FIA la suspensión si lo quieren," declaraba el magnate británico, foco de las críticas de los aficionados en las últimas horas.
Ecclestone ha mostrado su sorpresa por la decisión de Force India de marcharse antes del circuito para evitar que sus mecánicos se trasladen de noche al hotel. "Se les ha dicho que pueden disponer de seguridad si lo desean. No sé si alguien los tienen como objetivo. No lo sé. Espero que no porque de lo contrario el resto de equipo también tendría un problema. Pueden que hayan recibido un mensaje y sean un objetivo por algún motivo. Puede que no tenga nada que ver con este país, sino por algún otra cosa," comentó el inglés.
La labor prensa, que está sirviendo de altavoz de los incidentes en los últimos días, también ha sido objeto de comentario por parte del propietario de los derechos comerciales del Gran Circo. "Os encanta esto," espetó Bernie a los periodistas desplazados al circuito. "Lo que necesitamos es un terremoto o algo así para que podáis escribir de ello. Queréis una historia y ésta es una buena historia. Y si no hay una historia, la creáis, como siempre. Nada ha cambiado".
A pesar de que el horario de carrera hará que el trabajo de los equipos se alargue más allá de la puesta de sol, el equipo Force India ha asegurado que estará presente en la competición del domingo. El toque de queda por el que los mecánicos tienen que respetar las horas de parque cerrado después de la clasificación hace que el conjunto indio no tenga que preocuparse por la hora del anochecer en la jornada del sábado.