Seguimos con la serie de carreras míticas. En esta ocasión le toca a uno de mis ídolos. El único que consiguió desplazar de mi corazón a Andrea de Cesaris. Se trata del único del incomparable, "el León indomable": Nigel Mansell.
La temporada de 1992 era la definitiva para Nigel; el piloto fetiche de Williams, parecía que por fin, iba a proclamarse campeón del mundo. El dominio de Mansell había sido abrumador tan sólo algunos destellos de Senna y alguna brillante actuación de su compañero Patrese le habían hecho sombra. Su Williams Fw 14 contaba con un sistema de suspensión inteligente hasta ahora no igualado, además Elf, la petrolera francesa asociada con Renault , le proporcionaba una eficacísima mezcla de combustible que hacían a los Williams prácticamente invencibles.
Silverstone era el circuito preferido de Mansell, corría en casa y podía sentir el aliento de sus compatriotas en cada curva. En la clasificación Nigel marcó un tiempo de 1'18"93 nuevo record del circuito pero lo más llamativo es que el segundo clasificado su coequipier Patrese marcaba un tiempo de 1'20"88 ¡casi 2 segundos más lento!.