Según ha informado Auto Motor und Sport, existe una corriente entre los equipos modestos con el objetivo de presionar a la FIA para que retrase la introducción de la nueva normativa de motores prevista para 2014, en la que se estrenarán los nuevos motores turbo de seis cilindros.
"Se ha sabido que el desarrollo de los V6 turbo de Mercedes, Ferrari y Renault está siendo mucho más caro de lo esperado y al no haber límite de costes para la compra de motores a partir de 2014, los equipos pequeños temen que eso se traduzca en un coste adicional," explica el medio alemán.
Ahora mismo, los equipos que no fabrican sus propios motores pagan una cantidad aproximada de 8 a 12 millones de euros por temporada, que se amplían en unos 5 millones para el uso del KERS. Se estima que continuar un par de años con estos mismos motores podría mitigar el aumento de precio que sufrirían estos equipos de cara a 2014.
Dudas en las alternativas
Se da la circunstancia de que, aparte de los tres motores punteros en el Gran Circo, los equipos se encontrarán sin la opción de elegir un fabricante más económico ya que se espera que Cosworth no continúe más allá de 2013 y se duda del proyecto PURE, que se había postulado como la alternativa económica para estos equipos con la entrada de los nuevos motores.