Este pasado domingo, 3 de junio, Dublín acogió el 'Bavaria City Racing', un evento deportivo que organizó la categoría reina del motor en las calles de la capital del país del arpa, la música celta y la cerveza. Este evento es uno de los más importantes que se celebra al año en Irlanda, y así lo demostró la gran asistencia de público, ya que más de 110.000 espectadores pudieron disfrutar de los coches y las motos que estuvieron presentes en el evento. El tiempo no acompañó demasiado a la celebración, ya que la lluvia apareció como invitada especial en Dublín, pero eso no impidió que los aficionados disfrutaran con los sonidos del motor.
Emoción entre los aficionados
Entre los invitados estrella, se encontró el Campeón del Mundo de 2009 y actual piloto de McLaren, Jenson Button. El piloto británico se subió al MP4-26 y rodó por las calles de la ciudad. Además, realizó trompos con el monoplaza, así como derrapes y diferentes piruetas. Por la tarde, el piloto de McLaren volvió a subirse al coche y, esta vez sin lluvia, completó una tanda más de vueltas sobre el asfalto irlandés, mientras los aficionados miraban sorprendidos y encantados.
El inglés, que aprovechó la ocasión para conseguir más kilómetros de cara al Gran Premio de Canadá, comentó: "Cuando se trata de eventos así, la diversión es lo que cuenta. Incluso con lluvia, creo que la gente se ha sorprendido al ver un monoplaza de F1 por las calles de Dublín. Pero sí, se podría decir que lo de hoy me ha servido de entrenamiento".
Eddie Jordan estuvo allí
Pero Button no fue el único piloto que rodó en Dublín. El equipo Caterham y Giedo van der Garde, su piloto reserva y actual piloto de la GP2, también estuvieron presentes en la capital. A los mandos del monoplaza de 2011, el T128, el piloto holandés trompeó varias veces, completó algunas vueltas y realizó varias maniobras en la chicane de O'Conell Bridge. Van der Garde rodó por la tarde y realizó asombrosos derrapes por todo el circuito de la ciudad, dejando boquiabiertos a los aficionados allí presentes.
Gracias al 'Bavaria City Racing', los seguidores irlandeses pudieron disfrutar de la presencia de dos de los equipos de la actual parrilla de F1 y de un ilustre en el 'paddock' como el irlandés Eddie Jordan. Por un día, y durante cinco horas, pudieron apoyar a estas dos escuderías y gritar como si estuvieran viviendo una carrera en un circuito.