El líder del campeonato Fernando Alonso ha vuelto a seleccionar una serie de preguntas que los aficionados le han formulado en las redes sociales en su página web y en la que el asturiano reconoce "perder" es lo que más le hace "enfadar" aunque la Fórmula 1 también tiene grandes momento, como ver a los fans celebrar sus acciones en pista.
Se trata de una "mezcla de incredulidad, orgullo y sorpresa" para Fernando. "Ver en las caras de las personas la emoción por algo que acaba de pasar, su alegría, es una sensación increíble. Pero cuando lo sienten por algo que has hecho tú con tu trabajo, te sientes orgulloso. Sé por experiencia que esos instantes son muy cortos, que esa felicidad desaparece en cuanto sales del circuito. Por eso hay que disfrutarlas al máximo," reconoce el español.
Y es que, según cuenta, durante un Gran Premio hay pocos momentos de alivio. "En carrera no se disfruta," afirma. "Vas pensando en todo lo que tienes que hacer con un nivel de concentración máximo. Hablas con tu ingeniero, subes cuatro marchas, ajustas el diferencial, cargas el KERS, activas el DRS, quitas una lámina de la visera del casco, miras los retrovisores, frenas, miras tu tiempo en el display, bebes agua, lees en la pizarra cuantas vueltas quedan. Y, de vez en cuando, respiras".
"En condiciones normales, el ingeniero me habla unas dos veces por vuelta, y yo a él cada dos o tres vueltas. Lo que ocurre es que las condiciones normales no duran mucho. Solemos tratar de estar de acuerdo con las decisiones de carrera, y eso lleva a que tengamos que hablar mucho," explica el bicampeón del mundo, que cifra en 50% por ciento el peso de sus ingenieros en las decisiones de carrera.
"Ellos tienen todos los datos, las matemáticas y tienen un plan en la mente. Cada tres o cuatro vueltas vas afinando las cosas con las sensaciones y el comportamiento del coche, que puede responder de manera distinta a los cálculos que se tuvieran. Y vamos decidiendo, al cincuenta por ciento," razona Alonso.
El simulador "no es un juego"
Pero el trabajo de un piloto va más allá de lo que los aficionados ven y desde hace unos años, el trabajo en el simulador es uno de los principales cometidos de los competidores ya que, como comenta Alonso, su parecido con la realidad es muy alto. "Yo diría que un nueve sobre diez. Es un simulador profesional, desarrollado por el equipo para replicar las características de tu coche, poder automatizar movimientos durante la vuelta y probar las posibles evoluciones. No es un juego, es parte del trabajo. Y, si digo la verdad, es de las cosas menos divertidas, aunque pueda parecer lo contrario".
Lo que el piloto percibe cuando está en el simulador, al igual que en cada vuelta en la pista, supone un factor importante para mejorar la configuración del coche. "Describo las sensaciones de conducir el coche en determinadas curvas, cómo frena, cómo es la tracción o cómo gira. A veces, recordando antiguas sensaciones y cambios, puedes decirle a tu ingeniero qué se había cambiado en el coche la última vez que sucedió algo parecido," razona Fernando.
"La Fórmula 1 en España era una cosa rara"
Recordando sus inicios, Alonso asegura que cuando era joven "la Fórmula 1 en España era una cosa rara, las categorías inferiores en España eran escasas, las carreras de karts pocas" por lo que hubo grandes pilotos que no pudieron llegar a la Fórmula 1. "Tenemos el mejor ejemplo en mi gran amigo y compañero Antonio García, uno de los mejores talentos que ha tenido España y mira... yo llegué con mucha suerte y él no pudo. Ha ganado todo fuera de la Fórmula 1 y ha podido demostrar todo, pero si fuera hoy en día, habría llegado a la F1 con tremenda facilidad," concluye Alonso.