Su palmarés dice que es el mejor piloto de la parrilla, aunque su rendimiento en los últimos años no esté en consonancia con el de sus mejores épocas. Aun así, Michael Schumacher se sigue viendo con capacidad de ganar carreras. El periódico español El País ha entrevistado a Schumacher antes del Gran Premio de Gran Bretaña.
El Heptacampeón alemán abandonó su retiro para volver a la Fórmula 1 de la mano de Mercedes, buscando llevar a la escudería a una era dorada similar a la que vivió en Ferrari. Tras dos temporadas decepcionantes, este año el Kaiser ha vuelto a dar muestras de calidad, marcando el mejor tiempo en la clasificación del Gran Premio de Mónaco y subiendo al podio en el pasado Gran Premio de Europa.
"Mercedes me vino a buscar porque pensó que mi experiencia sería un punto positivo en este proceso de construcción, en su objetivo de convertirse en ganadores. Hace años ya estuve negociando con ellos, porque ya corrí para esta marca en mis inicios, pero al final me quedé en Ferrari. Cuando Ross [Brawn] me pidió que volviera yo estaba felizmente retirado, pero aquí estoy. Ahora quiero convertir esta estructura en la número uno, y no solo por un año, sino marcar una era."
Schumacher cree que no existen grandes diferencias entre lo que buscaba cuando fichó por Ferrari y lo que busca ahora con Mercedes. "No veo diferencias significativas entre lo que conseguí allí y lo que trato de lograr aquí. Sí que hay algunas, básicamente porque el carácter de los dos equipos es distinto. Estamos hablando de una fábrica emplazada en Italia y otra que está en Gran Bretaña, y eso implica inercias que no tienen mucho que ver". Sobre las diferencias entre un equipo con base en Italia y otro en Gran Bretaña, el Kaiser añadió: "En Italia uno encuentra calidez, muchas emociones e incluso, en un momento dado, la gente puede volverse un poco loca cuando se consigue algo positivo. Después, todo se tranquiliza, vuelve a la normalidad. En Gran Bretaña todo es mucho más plano en términos emocionales, más constante y con menos altibajos."
En Valencia, seis años después de la última vez que subió al podio, Michael volvió a terminar entre los tres primeros. "Fue un momento muy bonito y vino a confirmar que aún soy capaz de conseguir buenos resultados, a pesar de los malos momentos de los últimos dos años y medio. La gente esperaba mucho más de mí. Inicialmente intenté dar explicaciones, pero no tiene demasiado sentido hacerlo, tratar de contar por qué las cosas no van como algunos creen que deberían. Tengo mucha autoconfianza, creo mucho en mí mismo y lo que hice en Mónaco y en Valencia es la prueba de lo que aún puedo dar. De ahora en adelante quiero seguir creciendo con el equipo. Si consideramos dónde estábamos el año pasado y dónde estamos ahora, es evidente que hemos dado un gran paso adelante. Este es el camino que debemos seguir y espero poder disfrutar de más momentos buenos durante este curso."
La presión no es un problema para el Kaiser
El piloto alemán se siente tranquilo, a pesar de las grandes expectativas que se tenían con su regreso: "Estoy habituado a la presión, eso no me supone un problema. Si piensas en lo que he vivido en los últimos dos años, es evidente que he atravesado momentos difíciles. Pero ¿le daré vueltas? Claro que no. Prefiero centrarme en aquello que es importante y en ir hacia arriba."
Michael también recuerda que la rutina en la Fórmula 1 ha cambiado mucho. "Mi rutina ha cambiado mucho si la comparamos con la de tiempo atrás. Entonces íbamos a un gran premio y después realizábamos varias sesiones de entrenamientos antes de afrontar el siguiente. Ahora, vas a una carrera pero después, en vez de entrenamientos, tienes reuniones. En Mercedes aún no tenemos un simulador que nos permita desarrollar el coche, o sea que me libro de eso, pero tengo que compensarlo con reuniones con los ingenieros, para analizarlo todo y entender qué ocurre, dónde estamos y adónde vamos". Schumacher reconoce también que tiene problemas con algunos simuladores, aunque afirma que solo se trata de los modelos antiguos: "Solo me mareo con los simuladores antiguos, pero eso solo ocurre cuando el aparato no es tan bueno como debería. Con los nuevos no tengo ningún problema, aunque es verdad que no me subo a ninguno de los viejos porque me pongo enfermo."
Preguntado sobre Ayrton Senna, reconoce que no tuvo una gran relación con el brasileño: "Con Ayrton mantuvimos luchas en la pista, varios conflictos, aunque nunca tomamos una cerveza juntos ni fuimos a ninguna fiesta. Éramos de dos generaciones distintas, y por aquel entonces los más veteranos hacían notar de una forma muy particular que ellos eran los números uno. Los pilotos jóvenes tenían que venerarlos si algún día querían optar a formar parte de ese club. O sea, que no teníamos demasiada relación, vamos... (sonríe)."
Michael también habló sobre la nueva generación de pilotos
El alemán cree que la relación entre los pilotos ahora es muy diferente a como lo era cuando el llegó al mundial. "¡Buff! Ahora no tiene nada que ver, y me atrevería a decir que ha sido gracias a mí. Después del accidente de Ayrton, pusimos en marcha la Asociación de Pilotos (GPDA), y gracias a eso estrechamos mucho la relación entre los corredores. De forma indirecta nos pusimos todos a un mismo nivel. Luego, me convertí en el número uno de este negocio, pero para mí no había ningún ranking. No me importaba dirigirme a alguien más rápido o más lento, traté a todo el mundo con el mismo respeto. Y en la pista, lo mismo. A nadie le gusta que le molesten cuando está rodando. Esa forma de pensar y de actuar comenzó entonces y aún sigue vigente."
A 'Schumi' le parece normal que los pilotos jóvenes vayan al límite para lograr el mejor resultado posible: "Esto es una competición abierta en la que todos podemos tratar de conseguir lo que queremos siempre y cuando nos mantengamos dentro de los márgenes de la normativa. Probablemente, yo soy el peor en este aspecto porque siempre voy al límite, no estoy aquí para regalarle nada a nadie o para conceder ningún margen. O sea que, si otro piloto hace lo mismo, lo entiendo perfectamente."
El alemán estaba felizmente retirado
Michael afirma que cuando se retiró buscaba "libertad, paz, y poder hacer lo que me diera la gana", y que eso es lo que encontró. "Eso es exactamente lo que encontré. En relación a este asunto siempre ha habido dos puntos que no se han terminado de entender. En primer lugar, me retiré porque quise hacerlo, y cuando volví, no lo hice porque echara de menos la F-1, sino porque Ross Brawn me llamó y yo pensé: '¿Por qué no?'."
El reto fue lo que hizo que se decidiese a volver: "No podía decir que no a aquella combinación, y eso es algo que mucha gente aún no entiende. Soy de ese tipo de personas a las que les gustan los nuevos retos, y los mejores momentos de mi vida los he pasado estando retirado. De algún modo, ahora echo de menos aquello. Pero si ponemos a un lado de la balanza las satisfacciones que me produce competir, y todo lo extraño en el otro, mi situación actual me compensa. Aunque llegará un día que preferiré volver a gozar de esa libertad."
Preguntado por cuanto tiempo le queda en la Fórmula 1, Schumacher no quiso concretar nada, aunque afirma que a día de hoy se ve capaz de ganar al resto de pilotos. "Después de retirarme y cumplir los 40, pensé que mi trayectoria profesional se había acabado, ¡y aquí estoy! No sé qué ocurrirá de ahora en adelante. Estoy en forma, no tengo ningún problema físico, me pongo a tono sin demasiado esfuerzo, aún me siento fuerte. El nivel de exigencia ha crecido porque hay un grupo de pilotos muy buenos, pero creo que aún les puedo ganar."
Red Bull es su favorito para el título
Ante un mundial tan apretado, era obligatorio preguntar a Michael sobre a quién ve con más posibilidades de hacerse con el título de Campeón del Mundo: "Hasta ahora no había uno claro [favorito]. A veces aparecía Ferrari, otras Red Bull y otras McLaren. Incluso en un momento dado emergimos nosotros, aunque esa no es exactamente nuestra guerra a día de hoy. Ahora, me da la sensación de que quien tiene más opciones es Red Bull porque parece haber dado un significativo paso adelante, como pudimos comprobar en Valencia. Si encuentran la fiabilidad que buscan, serán muy difíciles de batir."