Si las previsiones meteorológicas no cambian, lloverá el domingo durante la carrera. Hay un 80% de probabilidad de agua, y por lo tanto, de que la carrera se convierta en una auténtica locura. Los últimos precedentes de lluvia no son nada alentadores: en 1996 sólo terminaron la carrera cuatro pilotos y en 1997, diez.
Incluso Fernando Alonso, que es un experto conductor en condiciones de lluvia (con mucho respeto a Senna), ha manifestado sus deseos de que el agua no haga acto de presencia durante la carrera: "Si llueve será una lotería, una locura."