La piloto de desarrollo del equipo Williams, Susie Wolff ha tenido su primera toma de contacto con el pilotaje de un Fórmula 1 en una jornada dedicada a los patrocinadores del conjunto inglés que se ha celebrado este miércoles en el circuito de Silverstone, donde Wolff ha completado 100 kilómetros que no serán válidos para la obtención de la superlicencia, necesaria para afrontar los Grandes Premios.
Wolff ha completado dos relevos de 50 kilómetros, aunque el primero de ellos lo ha tenido que realizar con neumáticos de lluvia extrema por las condiciones de la pista, mojada por las lluvias. La escocesa ha querido recordar a su compañero María de Villota, que sufrió un accidente este verano con el equipo Marussia, luciendo la estrella de la española en su casco en uno de los momentos más especiales de su carrera deportiva.
"Sin ninguna duda, María ha estado en mis pensamientos durante el día y esto va por la dos. Sé que ella hubiera hecho un buen trabajo en el coche, así que es importante salir ahí fuera, hacerlo bien y mostrar que su accidente fue un suceso extraño y que las mujeres somos capaces de pilotar un Fórmula 1," aseguró la escocesa en declaraciones a los medios desplazados a Silverstone.
"Pilotar un Fórmula 1 por primera vez ha sido increíble," afirmó Susie en cuanto a lo puramente deportivo. "He hecho mucho trabajo en el simulador desde que llegué al equipo pero nada es comparable con el regocijo de pilotar el coche. Las condiciones eran un poco complicadas ya que estaba empapado al principio del relevo pero la pista se secó pronto. El equipo hizo un fantástico trabajo de preparación, dándome toda la información que necesité y todo estuvo siempre bajo control".
Bonito día para los pilotos del equipo
La jornada fue muy especial para el resto de pilotos de la escudería que, además de atender entrevistas y actos con los sponsors, pudieron pilotar monoplazas históricos del equipo: Pastor Maldonado se puso al volante del FW18 de Damon Hill mientras que Bruno Senna y el probador Valtteri Bottas pilotaron el FW08, el monoplaza con el que Keke Rosberg ganó el campeonato de 1982.