Luis Pérez Sala, jefe de equipo de HRT, ha atendido al diario '20 Minutos' en la sede madrileña del equipo donde ha valorado la actualidad de la escudería y se ha mostrado satisfecho con los resultados obtenidos tras todo el proceso de cambios al que ha sido sometida en los últimos meses tras el cambio de manos en la dirección del pasado año.
"Estoy orgulloso del trabajo porque empezamos el año partiendo de cero. Tuvimos que hacer un coche nuevo, no teníamos sede, sustituimos el 80% de la plantilla... era un reto imposible y lo hemos logrado," explica Pérez Sala, que reconoce que no se puede comparar su equipo directamente con sus rivales más cercanos. "Llevamos dos años de retraso respecto a ellos y necesitamos más tiempo. Caterham y Marussia están evolucionando desde 2009".
Según el ex piloto español, la oportunidad de HRT para escalar posiciones pasará por la temporada 2014 con el cambio de reglamentación. "El año que viene continuaremos con el mismo coche evolucionado y lo veo complicado. El objetivo es prepararnos bien para 2014, cuando habrá un cambio de normativa muy grande. Ese año sí esperamos ser más competitivos. Será un monoploza totalmente diseñado por nosotros desde aquí, desde nuestra sede de la Caja Mágica," comenta el barcelonés.
"Red Bull es el ejemplo a seguir"
Preguntado por cuándo el equipo español podrá fabricar sus coches en su sede en Madrid, Pérez Sala admite que esa es una posibilidad remota. "Eso tendría que ser a muy largo plazo, en ocho o diez años, porque requiere una inversión enorme. No es rentable tener un autoclave en casa para hacer tres o cuatro chasis al año," comenta, al tiempo que confirma que continuarán trabajando con el túnel de viento de Mercedes.
Y es que la apuesta de HRT, si quiere conseguir resultados, será a largo plazo porque a día de hoy no pueden competir con equipos asentados en el Gran Circo. "Nuestra plantilla aún no llega a las 100 personas, esperamos llegar a las 120, y ellos tienen a más de 500. De presupuesto ni te cuento, pero multiplícalo por diez. Para igualarnos necesitaríamos mucho dinero, hacer las cosas bien y un mínimo de ocho años. Red Bull es el ejemplo a seguir," concluye.