La situación actual, en lo que a la tasa de la superlicencia de F1 se refiere, hace que casi cada piloto pague una tarifa diferente. Y es que el precio va en función de los puntos obtenidos en la temporada anterior.
Está claro que un piloto como Jenson Button no debe tener problemas financieros, pero no le gusta esta desigualdad y aboga por una precio fijo para todos los pilotos. Quizás haga las declaraciones en este momento dado que ya se ha anunciado que la cuota de inscripción para los equipos se incrementaran para la próxima temporada y se espera un incremente análogo para los pilotos.
2010 fue el año más caro
"Personalmente no veo por qué debemos pagar diferentes tasas de superlicencia cada piloto en función de los puntos", comenta Button, "quiero decir, cuando te sacas el carnet para conducir por la carretera no pagas más por hacer más millas, ¿no? Y no pagas más en cualquier otra categoría (del automovilismo) por tener un mejor coche o cualquier cosa, por tanto debería haber un precio fijo".
"Cuando gané el campeonato en el 2009 fue el peor año para hacerlo, ya que fue el año en el que la superlicencia se volvió loca, creo que me gasté entorno a un cuarto de millón de euros por mi licencia para 2010", concluyó el británico.
Seguro que en breve conoceremos si la situación cambia con respecto a ejercicios anteriores.