Cuando comenzó la temporada 2012, parecía que el equipo Toro Rosso había dado un pequeño salto cualitativo respecto a 2011. En Melbourne, el equipo de Faenza no realizó un mal fin de semana. Daniel Ricciardo cruzó la línea de meta en novena posición, mientras que su compañero, a pesar de no terminar en la zona de puntos, lo hacía muy cerca del australiano, en undécimo lugar. Después del ritmo demostrado, se creía que el STR7 había sido creado en la buena dirección. Pero nada más lejos de la realidad. Tras un octavo puesto de Jean-Eric Vergne en Malasia, el equipo no volvió a pisar la zona de puntos hasta la carrera de Bélgica, o lo que es lo mismo, hasta la duodécima cita del año, allá por el mes de septiembre.
Hasta entonces, todo habían sido resultados fuera de los puntos y algún abandono. Más tarde, pasado el ecuador del Mundial, parece ser que el equipo reaccionó un poco y pudo salvar los muebles al completar un final de temporada algo más regular. Y es que el punto débil de los de Franz Tost este año fueron los neumáticos. Tal y como dejó bien claro Vergne en las declaraciones de algún fin de semana, al STR7 a veces le costaba encontrar ritmo con los Pirelli o adaptarse bien con la configuración escogida en ciertos circuitos. Además, esta fue la temporada debut de Vergne, algo que siempre hay que tener en cuente y que, de algún modo, pasa factura a final de año, bien por la inexperiencia del piloto, o bien por la aparición de situaciones con las que no estaba acostumbrado a lidiar.
Ahora bien, hay que tener algo en cuenta que debe ser analizado. El equipo Toro Rosso decidió a finales de 2011 no seguir contando con el talento de Jaime Alguersuari ni de Sébastien Buemi, fichando a Ricciardo y Vergne como sus sustitutos para este año. Si tenemos en cuenta los logros cosechados por el equipo en 2011 y en 2012, veremos que el salto cualitativo de un año a otro es catastrófico. En 2011, Toro Rosso terminaba el año con 41 puntos y la octava plaza en el Mundial de Constructores. Sin embargo, en 2012, lo ha hecho solamente con 26 puntos y ha tenido que conformarse con ocupar el cuarto lugar de la clasificación, empezando por la cola. Está claro que la situación debe mejorar si el equipo pretende demostrar que las decisiones que toma sobre su alineación de pilotos son las correctas.
Toro Rosso en números:
Daniel Ricciardo
Después de ser piloto reserva del equipo Toro Rosso y competir para HRT durante el año 2011, Daniel Ricciardo firmaba como piloto titular del equipo de Faenza a finales del año pasado para correr junto a Vergne en 2012. El australiano no tenía una tarea complicada para superar los resultados cosechados en 2011 con HRT. Si bien su inicio de temporada fue alentador (terminó noveno el GP de Australia), a partir de ese momento sus resultados se estancaron hasta la carrera en Spa, donde regresó a los puntos.
No obstante, el rendimiento de Ricciardo en la temporada ha sido regular. El piloto ha logrado terminar todas las carreras excepto una, la de Mónaco, donde tuvo que abandonar por un fallo en la dirección de su STR7. Otro punto a su favor es que esa regularidad se transformó en puntos en la parte final del Mundial, donde Ricciardo consiguió arañar algún punto en cinco de los últimos nueve Grandes Premios. Pero los resultados llegaron algo tarde, y el australiano solamente pudo ser 18º en la clasificación general y acumular un total de diez puntos durante la temporada.
Daniel en números:
Jean-Eric Vergne:
El joven francés llegaba a Melbourne para debutar en la F1 a los mandos del STR7. Y, para ser un novato en la categoría reina del motor, no empezó mal el año. Tras las vueltas en carrera, Vergne cruzaba la meta en Australia en undécima posición, rozando los puntos en el primer GP del año. Esas buenas sensaciones no hicieron otra cosa sino afianzarse en Malasia, donde Vergne mejoró el resultado de Australia y terminó el domingo malasio en octava posición. No obstante, el francés tuvo que lidiar con los típicos problemas con los que se encuentra un piloto debutante en su primer año de F1.
A excepción de Corea, Bélgica y Brasil, Vergne no volvió a terminar en la zona de puntos esta temporada. En varias ocasiones, el piloto informó del poco ritmo del STR7 en clasificación y en carrera, debido en su mayor parte, a la poca costumbre de conducir con los Pirelli y a los continuos fallos de 'set-up' del coche. Pero, a pesar de los problemas en su temporada debut, Vergne pudo batir a su compañero en numerosas ocasiones. Tanto, que finalmente ha terminado el año por delante de él en el Mundial de Pilotos, cosechando seis puntos más que él (16 en total) y terminando justo por delante en la clasificación general (17º).
Jean-Eric en números:
Cara a cara
Clasificación: 15-5
Carrera: 12-8
Vuelta rápida: 9-11