Según Kevin Eason, corresponsal de Times, existen nervios en la FIA porque el regreso de la máxima categoría a Baréin sea "otro bochorno espantoso", después de que el Gran Premio se volviera a celebrar en 2012.
"Fue un desastre de relaciones públicas en todos los niveles. La carrera se celebrará, pero te planteas qué va a pasar esta vez. Los manifestantes no estaban muy organizados en abril y, probablemente, sienten que perdieron la oportunidad de usar la carrera como una plataforma", dijo una fuente anónima de Eason.
Los manifestantes tienen más tiempo para planear boicotear el Gran Premio
"Esta vez, tienen un montón de avisos de que la carrera se celebrará y, por tanto, tienen tiempo de sobra para hacer planes. Ha llegado el momento de cruzar los dedos", agregó la fuente.