Con dos títulos de constructores y pilotos bajo el brazo, el equipo Red Bull afrontaba una nueva temporada como favorito a revalidar de nuevo su triunfo final después de haber dominado con autoridad la mayoría de las carreras de la temporada 2011. Sin embargo, los cambios en el reglamento técnico les afectaron de forma directa, especialmente las restricciones en un sistema de escapes en el que habían centrado muchos esfuerzos durante el desarrollo del RB7. Eso obligó a los austriacos a reinventarse, o dar un paso atrás para dar dos hacia delante, como el propio Adrian Newey comentaba en febrero. Debido a esas restricciones, el 2012 no empezó bien para los de Milton Keynes, y sus pilotos se encontraron un monoplaza difícil de pilotar al haber perdido gran parte de la carga aerodinámica y el agarre que les había ayudado a triunfar unos meses atrás.
Luchar por las poles había dejado de ser una posibilidad, y en carrera hasta los podios parecían lejos del alcance, pese a que Vettel consiguiese arañar una importante segunda posición en el Gran Premio inaugural en Australia. Todo fue diferente en Baréin, donde Sebastian consiguió ganar desde la pole y devolver el miedo al cuerpo de sus rivales. Tras un Gran Premio de España difícil, en Mónaco Webber repetía triunfo de la misma forma que su compañero había hecho en Sakhir. Pese a no dominar como en la anterior temporada, la irregularidad de sus rivales les permitía liderar el mundial de constructores con un margen considerable que no decayó hasta el final del año.
Tras los primeros éxitos llegaron los primeros problemas de fiabilidad, con dos fallos en el alternador que dejaban a Vettel tirado en Valencia e Italia. El doble abandono sufrido en Monza permitió a McLaren acercarse y a Fernando Alonso tomar una renta de 40 puntos sobre el piloto alemán a falta de siete carreras. Entonces empezó la resurrección real del equipo, bajo la noche de Singapur, donde Sebastian lograba el que hasta entonces era sólo su segundo triunfo del año. El dominio total en Japón, Corea e India, con tres dobletes en parrilla y tres victorias consecutivas ponía a Vettel como líder y dejaba el título de constructores visto para sentencia. A falta de una carrera consiguieron proclamarse matemáticamente tricampeones y en Brasil sentenciaron la tercera corona de 'Seb' en una carrera de infarto. El año llegaba a su fin con la prueba evidente de que habían hecho bien su trabajo, demostrando que también son capaces de sufrir y sobreponerse a inconvenientes para alcanzar el éxito.
Red Bull en números
Sebastian Vettel
El campeón del mundo iniciaba la temporada con la etiqueta de favorito a revalidar su corona, pero una vez comprobado que el dominio mostrado en 2011 se había evaporado, quedaba claro que debería sacar lo mejor de sí mismo para alcanzar dicho objetivo. En Australia supo arañar un importante segundo puesto con el que empezar bien el año, pero en Malasia cometió un error al doblar a Karthikeyan que le dejó sin puntos. Su primer gran momento de 2012 llegó en Baréin, donde venció desde la pole y sintió un alivio al ver que todavía tenían muchas cosas que decir. Los siguientes Grandes Premios no vinieron acompañados de celebraciones para él, mientras su compañero lograba dos victorias y le adelantaba en el campeonato. En Valencia se mostró dominador, en una carrera que recordaba a la temporada previa, pero el alternador le dejaba sin puntos y con una gran decepción de la que reponerse en eventos posteriores. El segundo puesto de Bélgica, unido al abandono de dos de sus principales contrincantes, le dejaba a sólo 24 puntos del liderato, pero un nuevo problema con el alternador en Italia volvía a hacerle ceder demasiados puntos.
En Marina Bay llegó su segunda victoria del año tras el abandono de Hamilton, y dio inicio una racha imparable que asustó de nuevo a sus rivales. Liderando todas y cada una de las vueltas desde que cogió la cabeza de carrera en Singapur hasta que cruzó bajo la bandera a cuadros en India, el alemán se situaba como líder del mundial a falta de tres carreras, y todos le veían ya como tricampeón. Pero su camino hacia el título iba a tener muchas más piedras con las que tropezarse de lo que cualquiera podría haber imaginado. La sanción de Abu Dabi le ponía contra las cuerdas, pero no le impidió subir al podio en una carrera magistral para mantenerse en cabeza del Campeonato. En Austin, Hamilton le robaba la cartera y otorgaba esperanza a Alonso; mientras que en Brasil todo lo que podía haberle salido mal le salió mal, y en una carrera que hizo sufrir a todos y cada uno de los miembros de su equipo, obtuvo un sexto puesto suficiente para coronarse como el tricampeón más joven de la historia. Ese final de año espectacular fue un ejemplo de lo que se puede conseguir cuando rendirse es lo último en lo que se piensa, y resume bastante bien lo que ha sido este 2012 para Red Bull, un viaje complicado con contratiempos que lograron sortear con mayor éxito que los demás.
Sebastian en números
Mark Webber
El australiano inició este 2012 de manera absolutamente regular, a la altura de lo que el RB8 le permitía conseguir, clasificando de manera constante en la segunda y la tercera fila de la parrilla y logrando cuatro cuartos puestos consecutivos antes de triunfar en Mónaco, donde hizo todo bien para meterse de lleno en la lucha por el mundial. Unos resultados no tan buenos en España o Canadá mantenían sobre él la duda de si esta vez podría mantener una consistencia que le permitiese seguir con vida en el campeonato, pero una remontada brillante en Valencia y su segundo triunfo en Gran Bretaña le situaban en la segunda posición, tan sólo 13 puntos por detrás de Alonso.
Desde ese momento, se produjo un bajón en su rendimiento y empezó a ser superado de forma constante por un Vettel más adaptado al RB8. Sólo sumó 18 puntos en las siguientes seis carreras, en las que 'Seb' consiguió 90, y eso le hundió en la clasificación. En la parte final del año sí pudo acompañar al alemán y estar a su altura, consiguiendo sendos podios en Corea e India. Un incidente en Abu Dabi, donde tampoco estaba teniendo el mejor de sus domingos, y un fallo en el alternador en Estados Unidos no fueron la mejor manera de terminar otra temporada en la que todas las promesas del Mark ganador se quedaron en el camino cuando el Mark irregular volvió a hacer acto de presencia.
Mark en números
Cara a cara
Clasificación: 13-6
Carrera: 12-8
Vuelta rápida: 13-7