Peter Sauber, actual consejero y accionista de BMW-Sauber considera que la victoria de Hamilton en Mónaco se debió a una triple dosis de suerte, producida en gran parte, por sus errores. Así lo ha afirmado el suizo en su columna en el periódico Blick.
"Que su suspensión no sufriera daños fue por pura suerte", comienza Sauber. Prosigue con el segundo golpe de suerte del inglés: "Que el accidente haya ocurrido hacia el final de la vuelta, en lugar de al principio, también fue suerte, o si no habría perdido mucho más tiempo pilotando hasta boxes".