El joven debutante Esteban Gutiérrez asegura estar muy contento por contar con Nico Hülkenberg como compañero de equipo en Sauber. El mexicano, de 21 años de edad, cree que tener a su lado al piloto alemán será muy positivo para poder aprender y avanzar en la que es su temporada de debut en el Gran Circo.
No en vano, Hülkenberg ya ha dejado destellos de su talento en el tiempo que lleva en la Fórmula 1. El año pasado superó a Paul di Resta, su compañero en Force India y campeón del DTM en 2010; y consiguió acabar la temporada con una fantástica actuación en el Gran Premio de Brasil, carrera que lideró durante unas 30 vueltas por delante de los McLaren. El circuito brasileño fue también escenario de otra de las proezas del alemán, cuando en 2010 consiguió una inesperada pole con el equipo Williams.
"Nico es una gran referencia para mí. Tiene tres años de experiencia y, además, su nivel de comunicación con el equipo es muy alto", dijo Gutiérrez sobre su nuevo compañero. "Para mí, al principio, es importante tener una buena referencia y estoy muy agradecido de tener esta base para avanzar luego hacia mi potencial".
Además de su gran experiencia, que lo convierte en un modelo a seguir perfecto para el joven mexicano, Gutiérrez asegura que la actitud colaboradora de Hülkenberg es también otro punto a tener en cuenta, lo que parece sentar las bases de una buena relación entre ambos: "Está muy predispuesto a ayudar, tenemos una buena comunicación hasta el momento y, por lo general, la mentalidad es la misma, lo cual es positivo."
Adaptándose
Esteban Gutiérrez dio sus primeras vueltas como piloto titular en los test de pretemporada en en Jerez. Ante él se abre un mundo nuevo, un sinfín de experiencias y dinámicas que debe ir interiorizando poco a poco: "Para mí es como un equipo nuevo porque nunca he estado directamente involucrado. Es un buen momento para adaptarse a todos los procedimientos y al funcionamiento".
El asfalto jerezano fue el lugar en el que el mexicano dio sus primeras vueltas a los mandos del Sauber C32, con la vista puesta en obtener cierta regularidad y adaptarse a las exigencias físicas que supone pilotar un F1 durante muchas vueltas: "Hemos probado diferentes asientos, pedales y neumáticos y, en general, la impresión sobre el coche fue muy positiva. El principal objetivo fue intentar buscar la consistencia, y lo conseguimos".
Al final de los test, Gutiérrez dio un total de 252 y afirmó estar, en general, muy contento con su rendimiento y los resultados obtenidos: "Afortunadamente me sentí muy cómodo e hice un montón de vueltas. El cuello aún está algo rígido, lo cual es algo que tengo que seguir trabajando, pero no es un gran problema. Por lo demás, me siento bien".