Durante los entrenamientos de pretemporada, los equipos y los pilotos se dedican a probar componentes nuevos ya realizar comparativas con sus respectivos monoplazas. Después de cada dura jornada de trabajo, normalmente los pilotos suelen conceder una pequeña rueda de prensa en la que transmiten a los medios la información y las respuestas que se les solicita, siempre bajo la supervisión del jefe de prensa. Pero, a veces, bien porque la jornada no haya ido como se esperaba o bien porque en esos momentos no sea oportuno hablar, los equipos anuncian que su piloto no realizará declaraciones.
Y esa viene siendo la tónica que Ferrari utiliza en algunos entrenamientos. Esta segunda semana de test, los de Maranello tenían programado que Fernando Alonso rodara los tres primeros días y Felipe Massa el cuarto y último de la semana. En cuanto a las ruedas de prensa, el piloto español habló el martes para comentar en qué se centraría su trabajo esta semana y lo que habían estado haciendo durante el día. La sorpresa llegó cuando el jefe de prensa del equipo anunció que Alonso no hablaría más esta semana. Por tanto, no se conocerán nuevas sensaciones del F138 hasta que hable Massa.
¿Falta de respeto?
Si echamos la vista atrás, esto no es nuevo. En la pretemporada 2012, el equipo Ferrari ya evitó que sus dos pilotos realizaran demasiadas ruedas de prensa. De hecho, la Scuderia anunció en la segunda semana de test que ninguno de sus pilotos declararía en rueda de prensa, algo que puede entenderse, ya que el F2012 no les estaba dando demasiadas alegrías. No obstante, desde el punto de vista del periodista, esta posición roza, quizás, la falta de respeto ante los medios. No cuesta nada sentarse diez minutos en una silla y atender a las televisiones y los medios, responder a algunas preguntas y terminar así la jornada. El piloto cumple con parte de sus obligaciones y los periodistas se marchan agradecidos. Veremos qué sucede en la tercera y última semana de test.