A pesar de haber logrado una octava posición en la pasada carrera de Malasia, Nico Hülkenberg está lejos de sentirse contento con el rendimiento de su Sauber C32. El piloto alemán, que corrió con Williams en 2010 y con Force India en 2012, terminó justo por detrás de los Lotus de Romain Grosjean y Kimi Räikkönen, cerca de cinco segundos por detrás del finlandés y a 28 segundos de Felipe Massa, que se alzó con la quinta plaza.
Y aunque el resultado signifique una gran mejora respecto a lo visto en Australia con el coche de Hinwil, carrera que Hülkenberg no disputó debido a un problema en la válvula de gasolina del coche, el alemán ha urgido al equipo a que empuje más fuerte este año. El periódico Blick ha informado de que, tras cruzar la línea de meta en Sepang, Hülkenberg habló por radio para agradecer al equipo todo el esfuerzo, pero añadió que "tenemos que mejorar muchas áreas. Esto no puede ser".
De más a menos en Malasia
Se cree que el piloto comentó que no podía mantener el ritmo que llevaba Ferrari, Lotus y McLaren, ya que cualquier intento que hacía por alcanzar a estos rivales, se desvanecía por culpa de la degradación de los neumáticos. No obstante, cuando habló una vez finalizada la carrera, Hülkenber comentó que estaba contento con el resultado, aunque había margen para mejorar.
"Siento una gran recompensa al irme con cuatro puntos después de mi primera carrera de la temporada con un nuevo coche y un nuevo equipo. Estoy bastante contento por cómo fue, sobre todo al principio de la carrera, cuando éramos rápidos con los intermedios. Pero luego tuve tráfico y no pude adelantar a los demás pilotos. Creo que el octavo puesto fue bien merecido, considerando que tuve que luchar y empujar mucho. Creo que el potencial está ahí, y ahora hemos de trabajar en los detalles", aseguraba el alemán.