Si alguno tenía alguna duda sobre la mala relación entre Sebastian Vettel y Mark Webber, que empiece a disiparlas rápidamente: los dos pilotos de Red Bull continúan su particular guerra encarnizada, que empezó en Turquía 2010 y que avivó el fuego en el pasado GP de Malasia, carrera en la que el alemán se llevó la victoria por delante de su compañero. Este jueves por la mañana, en Shanghái, el tres veces Campeón del Mundo ha admitido que en Sepang le hizo pagar a Webber, de forma indirecta, lo que pasó en Brasil 2012.
Si recordamos la carrera de Interlagos, el australiano metió mucha presión a Vettel en la salida, en una carrera en la que el alemán se jugaba el título con Fernando Alonso. "Respeto a Mark como piloto, pero hay veces que podría haber ayudado más al equipo. Por eso, podéis decir que indirectamente le hice pagar por lo de Brasil. Como traté de explicar tras la carrera de Malasia, en mi opinión, creo que siempre es mejor decir la verdad. Y quizás esa verdad no es la que la gente quiere escuchar, porque la controversia es más popular", señala Vettel.
No entendió el mensaje
Y es que, a pesar de haber desobedecido las órdenes de su propio equipo y de haber presionado a su compañero hasta alcanzar la victoria en el Gran Premio, el tricampeón más joven de la historia reconoce que en Malasia corrió para ganar: "En Sepang, rodé para ganar. Me hablaron por radio, lo escuché, pero no lo entendí en ese momento. Debería haber comprendido que mi acción iba por encima de los intereses del equipo, pero esa no fue mi primera intención. Que me creáis o no, eso es algo que os corresponde a vosotros".
"Si hubiera entendido el mensaje y hubiera pensado y reflexionado sobre ello, sobre lo que quería el equipo, dejar a Mark en primer lugar y yo terminar segundo...creo que lo habría pensado y habría hecho exactamente lo mismo. Él no lo merecía. Hay algo de conflicto, porque por un lado soy el tipo de persona que respeta las decisiones del equipo y, por otro, probablemente Mark no era el que lo mereciese en absoluto", añadió Vettel.