El análisis del GP

GP China 2013: claves y protagonistas

Frenético Gran Premio dentro y fuera de la pista. Sobre el asfalto, Pirelli, Mark Webber y Fernando Alonso acapararon la mayor parte de la atención.

David Plaza 15 de Abril 2013 21:11

Si pensábamos que, tras el parón de tres semanas, la polémica surgida en Sepang dejaría paso a lo estrictamente deportivo, estábamos equivocados. Sebastian Vettel tomó el relevo de Mark Webber en lo que a declaraciones cortantes se refiere y Red Bull volvió a acaparar la atención de todos en el paddock de Shanghái. Pero todo ello no debe impedirnos ver la realidad sobre la pista, y es que el equipo de Horner y Newey está teniendo problemas para controlar la degradación de los neumáticos Pirelli, algo que también afecta a Mercedes.

En el lado contrario se encuentran Ferrari y Lotus, aunque los primeros cuentan con una mayor velocidad, magistralmente aprovechada de nuevo por Fernando Alonso, que venció con total claridad en una carrera plácida para él en su segunda mitad. La igualdad en la tabla sigue vigente mientras muchos miran de reojo a Pirelli, que cada vez cuenta con más presión para modificar la filosofía de sus neumáticos y que éstos se vuelvan más sencillos de controlar.

Las estrellas del GP

Fernando Alonso

El español dio una lección de gestión del tráfico, principalmente a la hora de evitar complicaciones con los pilotos que optaron por la estrategia de iniciar el Gran Premio con el compuesto medio y que, por tanto, pararon varias vueltas más tarde que los líderes. A pesar de que no todas las mejoras introducidas en este Gran Premio mostraron una clara mejoría, el Ferrari se reveló como el monoplaza más rápido y consistente, permitiendo a Alonso realizar una segunda mitad de carrera sin complicaciones ni preocupaciones. Dominio incontestable.

Jenson Button

Fin de semana complicado para el inglés, que el mismo viernes ya tuvo un pequeño susto al pinchar uno de sus neumáticos tras un plano en la curva 14. Las evoluciones tampoco dieron el resultado deseado y las limitaciones del monoplaza obligaron a Jenson a adoptar una estrategia alternativa en Q3, clasificando con medios para así poder iniciar la carrera a contracorriente. Con la mayor parte de la parrilla eligiendo la estrategia de tres paradas, Button se decidió por dos extendiendo sus relevos con medios más de 20 vueltas. Consistente y maduro, consiguió finalmente el premio de la quinta plaza.

Daniel Ricciardo

Su séptima plaza en parrilla sorprendió a todos, pero aún así pocos esperábamos verle en una posición similar al finalizar el Gran Premio. A pesar de tener que entrar a boxes antes de tiempo tras dañar el morro en la vuelta cuatro tras un toque con Rosberg, el australiano consiguió mantener el tipo y desarrollar un ritmo muy constante y competitivo durante todo el Gran Premio. Fin de semana muy sólido para un piloto que ya necesitaba reivindicarse y coger moral de cara al futuro.

Paul di Resta

No fue fácil la carrera del escocés que, tras clasificar undécimo en parrilla, eligió el compuesto medio para el inicio del Gran Premio. Tras la salida, fue literalmente echado de pista por Sutil en el tercer sector, perdiendo tres plazas en la maniobra. Después de eso sufrió mucho graining y tráfico, consiguiendo mantenerse en la pomada a pesar de todo y certificando una gran carrera con un último relevo muy sólido con pista libre, que le sirvió para mantener a raya a Grosjean y Hülkenberg.

Los estrellados del GP

Red Bull

Desastroso fin de semana para el equipo que consiguió un doblete en Sepang, sólo algo maquillado por el cuarto puesto de Vettel. El alemán se sintió incómodo con el coche ya desde el viernes y viendo la situación, decidió salir a la Q3 con medios y no marcar tiempo para tener libertad de elección al día siguiente. Inició la carrera con ese mismo compuesto y se mantuvo en los puestos delanteros, aunque sin mostrar una consistencia digna de ser remarcada, ni en cuanto a velocidad, ni en cuanto a trato de los neumáticos. A pesar de esto último, consiguió llegar al final de carrera con libertad suficiente como para decidir el momento de parar para colocar blandos, cosa que hizo en la vuelta 52. Eso le permitió acechar a Hamilton en la última vuelta, pero un error provocado por la ansiedad le hizo pasarse algo de frenada en la llegada a la curva que precede a la larga recta del tercer sector, perdiendo el rebufo del Mercedes y, con ello, todas las opciones de adelantamiento.

En cuanto a Webber, el fin de semana fue un cúmulo de despropósitos. Si bien pareció más cómodo que su compañero en los libres, en la Q2 la operación de repostaje dio como resultado que el australiano se quedara fuera tras habérsele metido tres kilogramos menos de lo previsto en el depósito. La FIA le sancionó con la exclusión de la sesión al no tener la cantidad mínima exigida por reglamento y debió salir desde el fondo de la parrilla. Posteriormente decidió modificar la puesta a punto del monoplaza, saliendo desde el pit-lane y parando en la vuelta 1 para deshacerse de los neumáticos blandos. Pero un adelantamiento frustrado sobre Vergne acabaría con sus aspiraciones y, finalmente, una rueda mal ajustada terminó con su coche aparcado junto a la pista. Un cero en China y una sanción de tres puestos en la parrilla de Baréin son el balance de Webber en un fin de semana para olvidar.

Felipe Massa

Crecido tras sus últimas actuaciones, especialmente en clasificación, Massa llegaba a China con la aspiración de reforzar aún más su renacido prestigio. Pero las cosas no salieron como esperaba el brasileño, que ya en los entrenamientos libres vio como su ritmo con el compuesto medio era algo más lento que el de sus rivales. En calificación tampoco remató como debería siendo quinto en parrilla y, en el Gran Premio, empezó muy bien hasta que llegó el momento de la primera parada. Segundo tras Alonso, debió esperar una vuelta más para detenerse, perdiendo con ello mucho tiempo y retornando a pista en la duodécima plaza, cinco plazas por detrás de su compañero. A partir de ahí, el tráfico y su menor agilidad para moverse entre los monoplazas que rodaban con medios desde el inicio de la carrera, le provocaron mucho graining y terminaron de estropear lo que pudo haber sido un final en el podio.

Esteban Gutiérrez

Sauber llegaba a China con algunas evoluciones, entre las que destacaba el alerón trasero, que dio muy buenos resultados. Pero el mexicano no pudo aprovecharlo al máximo, alternando averías con errores de pilotaje. El viernes sufrió una fuga de aceite que limitó su tiempo en pista, mientras que en la Q1 un exceso de ímpetu provocó varios errores que le dejaron decimoséptimo en parrilla. La carrera no fue mejor, embistiendo a Sutil por detrás al inicio y terminando el GP antes de tiempo y con una sanción de cinco plazas para Baréin. No está siendo un buen inicio para Gutiérrez, que sigue demostrando una propensión preocupante a los errores y accidentes.

Sergio Pérez

Llegaba Sergio a China con la moral algo tocada tras un inicio de temporada decepcionante en todos los sentidos. Pero este fin de semana no ayudará a mejorarla, ya que todo fue mal desde el inicio. En la primera sesión de libres terminó estrellado contra el muro de entrada a boxes y, tras la segunda sesión, reconoció sentirse completamente perdido con la puesta a punto del monoplaza. Al día siguiente, en Q2, no pudo calentar los neumáticos como era necesario, terminando fuera de la Q3 tras una vuelta muy discreta que, al menos, le permitiría iniciar la carrera con neumáticos de su elección. Eso le dio alas en el primer relevo, en el que plantó cara a Button, pero tras la parada todo se esfumó y perdió comba fruto de una pelea constante con el coche.

Giedo van der Garde

Las averías y los problemas con los neumáticos han lastrado a Van der Garde de un modo determinante este fin de semana. En la primera sesión de libres su KERS falló, destrozando en la segunda un juego de neumáticos y, como consecuencia de todo ello, limitando en demasía su kilometraje sobre la pista. En la clasificación, el aumento de temperatura perjudicó su rendimiento, algo que, junto con un error en su segundo intento, le dejó penúltimo en parrilla. Ya en carrera, sufrió tanto con los blandos como con los medios y cruzó la línea de meta último. ¿Lo positivo de este fin de semana? No sufrió ningún accidente.

El destello

La veteranía de Rosberg y, sobre todo, el inmenso talento de Hamilton están catapultando a Mercedes a un lugar que, en realidad, no le pertenece. Aunque, seguramente, sea más fruto de una percepción de los aficionados y profesionales de la F1 que consecuencia de los números. Cuarto en el mundial de constructores, Mercedes ha conseguido una pole, tres segundas líneas y dos podios en tres carreras. Pero a su remarcable velocidad a una vuelta hay que sumarle dos puntos débiles: la fiabilidad y la degradación. En el primer apartado Rosberg se lleva la palma con varios problemas en libres y dos abandonos en carrera, mientras que Hamilton está demostrando que es capaz de llevar el coche al límite. Un límite marcado por una degradación excesiva de los neumáticos que hace que el inglés sea, quizá, un ficticio aspirante al título. Al menos mientras la política de Pirelli permanezca invariable y Mercedes no demuestre que puede evolucionar correctamente el coche.

El detalle técnico

En las carreras de coches, tradicionalmente se ha utilizado el término 'pista verde' para definir un asfalto sucio y poco adherente durante los primeros días de competición. En la época de Bridgestone, esto era especialmente palpable en la Fórmula 1, ya que se formaba una película de goma sobre el asfalto a medida que los coches rodaban, mejorando ostensiblemente el agarre y minimizando la degradación drásticamente. Pero con Pirelli eso cambió, ya que los neumáticos, al ser más blandos, no se 'limaban', sino que perdían trozos de goma, que quedaban esparcidos por los laterales de la pista, pero no adheridos al asfalto.

Este año la tendencia es la misma, evitando que la pista evolucione a lo largo del fin de semana, algo que hemos visto especialmente en China al elegir algunos pilotos terminar la carrera con el compuesto blando, que no duraba más de seis vueltas a un ritmo competitivo. Muchos apostaron por dejar el relevo con blandos para el final esperando una mejoría del agarre y, por tanto, una reducción del graining, pero a la hora de la verdad, lo cierto es que el rendimiento de los neumáticos blandos fue prácticamente el mismo durante todo el fin de semana.

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