El hijo de Keké Rosberg no está pasando por su mejor momento. Si en la temporada pasada sorprendió por su buen inicio y sus buenos números, este año ni siquiera ha llegado a entrar entre los ocho primeros. Sin embargo, el piloto alemán es consciente de que debe mejorar y quiere que sea este fin de semana en Montmeló.
"Tengo muchas ganas de volver a luchar muy fuerte para colocar al equipo en la mitad del paquete y sumar puntos", destacó Rosberg. Además, cabe recordar que el de España es el primer Gran Premio en Europa de este año, con lo que a buen seguro muchos aficionados alemanes, y pese a la ausencia de Michael Schumacher en pista (sí que estará en el paddock con Ferrari), vitorearán al hijo del campeón de los años 80. "El circuito de Montmeló es un gran lugar para competir porque el ambiente allí es alucinante", dijo Rosberg que ya sabe lo que es correr en nuestro país. Spain is diferent, Nico.