Los propietarios de la F1 han votado para mantener a Bernie Ecclestone al frente del deporte de motor, a pesar de que los abogados alemanas hayan decidido adjudicarle cargos por soborno. El caso de soborno comprende un pago de más de 34 millones de euros que se le entregó hace algunos años al exbanquero alemán Gerhard Gribkowsky, que ya está en prisión desde hace meses. Además, existe la sospecha de que Ecclestone quería que la empresa CVC comprara los derechos comerciales de la F1 para que pudiera seguir siendo el jefe ejecutivo de la máxima categoría del automovilismo.
No obstante, Ecclestone afirma que Gribkowsky simplemente le chantajeó, amenazándole con revelar secretos potencialmente costosos sobre sus asuntos de tasas. Por su parte, Ecclestone comentó en el periódico Sunday Times que, a finales de esta semana pasada, los directores de CVC se reunieron en Ginebra para discutir las ramificaciones de los cargos de los abogados alemanes. "Todos votaron para apoyarme y para que siga al frente del negocio. El consejo está de acuerdo en que debería quedarme, a menos que me manden a prisión", señalaba el propio Ecclestone.
Ecclestone espera que los abogados no sigan adelante
Además, aprovechó la ocasión para negar los cargos provenientes de los abogados alemanes y calificarlos de "un completo montón de basura". Sin embargo, Ecclestone le comentó al periodista Christian Sylt que, a pesar de no haber recibido todavía el informe de los cargos, espera que los abogados alemanes sigan adelante. "Espero que no, pero creo que lo harán. Luego, veremos lo que ocurre. Eso no quiere decir que habrá un juicio", explicó en el Guardian. De hecho, la agencia de noticias Reuters informó hace algunos días de que los abogados podrían archivar el caso de Ecclestone a cambio de "un pago no penal".