Pirelli podría retirarse de la F1 al finalizar esta temporada si no consigue firmar un nuevo contrato para la próxima temporada. El director de la marca italiana, Paul Hembery, ha dicho en numerosas ocasiones que Pirelli quiere continuar en el deporte más allá de 2013 pero, en vez de haberles ofrecido un nuevo contrato, la FIA les está haciendo esperar más de la cuenta. Pirelli aterrizó de nuevo en la F1 en el año 2011 y, desde entonces, se ha volcado por tratar de crear el mayor espectáculo posible, aunque este año quizás haya sobrepasado ciertos límites de seguridad.
Por lo tanto, a menos que haya un nuevo contrato en un futuro cercano, el fabricante italiano podría desaparecer de la parrilla de la F1 en cuanto finalice esta temporada en Brasil. "En teoría, el día 1 de septiembre deberíamos contarle a los equipos todo lo que necesitan saber sobre los neumáticos de la próxima temporada. Ahora estamos a finales de mayo, por lo que te puedes imaginar lo cómico que es que todavía no tengamos contratos en regla. Así que, quizás, no estemos aquí de todas formas", explicó Hembery.
Necesitan tiempo para trabajar
Además, cuando se le presionó un poco para saber la gravedad sobre el tema de abandonar la F1, Hembery respondió: "Llega un momento en el que alguien tiene que tomar alguna decisión. Hasta donde puedo ver, las cosas se están poniendo extremadamente serias, porque los cambios para el año que viene son tan importantes que el deporte tiene que tomar una decisión rápida".
El británico añadió que Pirelli podría necesitar realizar algunos cambios en los neumáticos de cara al gran cambio que sufrirá el reglamento en 2014, que incluye el abandono de los motores V8 y la introducción de los nuevos turbo V6 de 1,6 litros. "No se trata de, quizás, poner un compuesto más duro en la gama de esta temporada. Los cambios son tan importantes que probablemente necesitemos realizar unos cambios minuciosos de ingeniería en los neumáticos, y eso lleva su tiempo. Así que, cuanto más tarde esto, más se complica nuestro trabajo, y llega un momento en el que dices: 'Bueno, ya no tenemos tiempo para realizar el trabajo'", puntualizaba el inglés.