Si el GP australiano ya tenía difícil renovar el contrato con Bernie Ecclestone, la carrera de F1 de Melbourne acaba de recibir otro varapalo más: ha perdido el apoyo de las autoridades locales.
La alcaldesa de City of Port Phillip, Janet Cribbes, le dijo al gobierno victoriano que dejen de celebrar el evento: "Después de 14 años, los residentes han tenido más que suficiente."