La carrera del fin de semana pasado en Magny-Cours fue decepcionante para el equipo de BMW, quienes venían con la esperanza de repetir su hazaña de triunfo, que habían obtenido en el circuito de Canadá, las cosas se complicaron y el auto desde la primera prueba no se vió que era competitivo, por lo que se vieron relegados por los Toyota, Red Bull e incluso el Renault de Alonso.
Robert Kubica pudo salvar el honor del equipo colocándose en quinto lugar y llevándose a casa unos puntos valiosos para su búsqueda del campeonato mundial de pilotos, además de ayudar a su equipo a mantenerse segundo en la competición de constructores, ya que su compañero Nick Heidfeld no pudo puntuar.